A estas horas de la noche, más que escribir, debería estar cenando. Sin embargo, he encontrado este hueco nocturno tras un sábado de trabajo, típico de la vida del autónomo, para hacer justicia. No es que vaya a hacer de Juez, en absoluto. Mi conocimiento jurídico es más que limitado.
Descubrí un panfleto del CESCO, organización con la que jamás he tenido contacto, ni para bien ni para mal, hasta el día que leí, gracias a Adabankia en Twitter, que se dedicaban a escribir caricaturas de mal gusto sobre las participaciones preferentes y la más que evidente estafa masiva que ha cometido gran parte de la banca española. Primero enlazo un “análisis”, firmado por una Doctora muy conocida en España, Karolina Lyczkowska, que por lo que encuentro en la web ha escrito un libro que vale 55 euros. Critica que una pareja octogenaria reclame que le devuelvan los ahorros colocados en preferentes, con argumentos que no merecen ni ser contestados. Basta un fragmento para sacar conclusiones:”Bien es verdad que la actora fue diagnosticada de Alzheimer en 2009, en el mismo año cuando se contrató por primera vez la inversión en preferentes. No queremos especular sobre el grado de influencia de esta afección de memoria en la decisión de inversión. Con todo, en la sentencia no se dice claramente quién de los dos octogenarios contrataba las preferentes en qué año y, en cualquier caso, teniendo en cuenta la realidad social parece que con independencia de quien finalmente firmara los documentos, la decisión era conjunta“.
Mire usted, Doctora, ninguna pareja de octogenarios debería adquirir participaciones preferentes, salvo que fueran expertos financieros y no tuvieran enfermedad alguna. Y no voy a utilizar argumentos jurídicos, la falta de rigor de este documento es palmaria. Dejo a Doctores como
Fernando Zunzunegui que
le expliquen la normativa y buena práctica al respecto.Si el despropósito de este descubierto CESCO no fuera ya preocupante, sobretodo viendo que detrás de este grupúsculo de “defensores” del derecho del consumo está una Universidad, mi indignación fue máxima al leer su respuesta a las críticas merecidas. En una nota no firmada, no me extraña, responden (
enlazo el texto desde RDMF, que el Cesco este lo quitará seguro un día u otro). Entre otras lindezas comentan:
“El Cesco siempre defiende y defenderá los intereses de los consumidores, pero no de los listillos que especularon a ser más listos que los demás, que quisieron comprar duros a cuatro pesetas mientras los demás los comprábamos por cinco, que si hubieran ganado en la especulación no hubieran repartido el premio, pero ahora quieren repartir la pérdida a contribuyentes, depositarios, accionistas de entidades del FROB, empleados de estas entidades en curso de irse a la calle por un ERE, a todos los españoles en general, no a la banca, porque no hay banqueros – distintos de contribuyentes y empleados – en la banca del FROB“.
La culpa de la crisis es que vivimos por encima de nuestras posibilidades. Argumento publicitario inquietante que pensaba ya nadie usaba sin avergonzarse de ello. No lo rebatiré. Simplemente les diré a los de Cesco que mejor les pidan responsabilidades a los que concedían los préstamos hipotecarios, auténticos inútiles en el análisis de riesgo. Siguen los genios del consumo responsable:
“El Cesco no es un ente financiado por el Estado, pero siempre ha puesto y pone sus servicios de consultoría y asesoría pro bono a disposición de Administraciones Públicas, asociaciones de consumidores y OMICs, prestando un servicio a los intereses consumeristas que está mucho más allá de donde llegan los “nuevos” amigos de los consumidores, los intelectuales de medio pelo, que andan detrás de la presa de las preferentes y los suelos a ver si cazan una parte del negocio que van generando los buenos y malos consumidores que litigan en los tribunales“.
Imagino que yo seré un “intelectual de medio pelo”. Dinero he hecho poco defendiendo la razón, que no a los consumidores o a los bancos, reconocimiento público, algo. Pero salir por la TV no da dinero, salvo que seas Belén Esteban.
Tal vez que cree el ladrón que todos son de su condición, y cual espejo deformado, ve en los que intentamos arrojar luz a las tinieblas del sector bancario, unos aprovechados. Tampoco me importa, que ganen dinero los que hacen las cosas bien, que conste. Lo que me molesta es que se atrevan a calificar de “buenos y malos consumidores” a gente con problemas económicos y familiares graves, sean preferentistas o buena gente que no puede pagar su hipoteca. Vayan se a tomar viento, firmantes de esta ignominia llamada “CESCO RESPONDE A SUS CRÍTICOS”.
De la UCLM reclamo que se mueva ficha para intentar retirar a todo profesional y directivo del centro este que se adhieran a la misiva anticordura financiera. O somos serios y arreglamos el desastroso mercado bancario en España, o nos callamos. Pero para decir tonterías, ya estamos los “intelectuales de medio pelo”. Por cierto, prefiero que me llamen charlatán, se ajusta más a mis capacidades y aptitudes; como las de ustedes.
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