A lo grande desde lo pequeño, más o menos.

Hace un tiempo hablé de la Tormenta Perfecta, y pronostiqué, sin base estadística ninguna, que faltaban unos 3-6 meses para vivir con toda su intensidad la fuerza del fenómeno de la naturaleza (en este caso de la perversa naturaleza humana, de la codicia y del egoísmo).

Me quedé corto, ya que ni en mis peores pesadillas pensaba que la crisis fuera a ser de tanta envergadura, la verdad. Por eso lo peor no se notó hace 6 meses.

Un año y 3 meses, más o menos, faltaban para que la Tormenta Perfecta llegará a las costas de nuestras Islas; septiembre, octubre, noviembre… miro al cielo y tiemblo. Temblamos, diría yo.

Amarrad las barcas, tapiad las puertas ventanas y armaros de valor, entereza y perseverancia. La Tormenta ya se oye llegar.

Siento ser tan siniestro; ojalá me equivoque como todo hombre del tiempo que se precie.

Ad augusta per angusta, vemos la crisis en cada negocio, no hace falta estudiar las estadísticas.

Esta mañana he visitado una carpintería, una micro-pyme de 3 autónomos. El propietario, de avanzada edad, me comentaba que se vio obligado a despedir a sus 3 empleados de toda la vida, cosa que jamás había tenido que hacer; solo quedaban los tres de la familia, padre, hijo y cuñado. Ha vivido otras dos crisis, me contaba, pero como esta, ninguna.

Una empresa de toda la vida, cuya nave la tiene en propiedad y sin pólizas que le venzan. Sin endeudamiento; y no llegan a fin de mes!. El último trabajo, reformar la carpintería interior de una casa
– Pero nada de puertas nuevas -le dijeron- utilizad las antiguas.

Si en septiembre todo sigue igual, comenta, se tendrá que plantear irse a un sótano de su casa, llevarse algunas máquinas y trabajar en B. A ver si así sobrevive. E intentar alquilar su nave.

Siento la crudeza del post, pero a veces la vida es cruda. Crisis: peligro + oportunidad

Mas peligro hay.

Leyendo un manual de Reiki de Urs Rieben (si, tengo mi punto raro, lo admito), pero como decía Santo Tomás de Aquino, “Timeo hominem unius libris“, me he encontrado con este cuento sobre un sabio de un pueblecito de Oriente, que se sentaba en una fuente a observar y aprender de la gente; llego un viajero y le preguntó:
– ¿Cómo es la gente de este pueblo? El sabio le respondió con otra pregunta: – ¿Cómo es la gente de donde vienes? -Es amable y buena, y me dio mucha pena dejarla… Y el sabio le respondió: -Aquí son iguales. Un poco más tarde, otro viajero le hizo la misma pregunta: -¿Cómo es la gente de este pueblo? El sabio le respondió igual que antes: – ¿Cómo es la gente de donde vienes? -Ah, es mala y deshonesta, no me dio ninguna pena dejarla. Y el sabio le respondió: -Aquí son iguales. Una tercera persona que había presenciado las dos escenas le preguntó al sabio: -¿Cómo puedes dar una respuesta distinta a dos personas que te han preguntado lo mismo? Y el sabio le respondió: -Verás, hijo, dondequiera que vaya, el hombre siempre lleva consigo su propia visión del mundo.

¿Y qué tiene que ver este cuento con el título del post?

Si vemos los cambios como problemas, peligros a los que no podremos enfrentarnos, la crisis entrará en nosotros y nos irá perturbando; cada local que paseando veamos que ha tenido que cerrar nos confirmará nuestra creencia de que todo va a ir mal en nuestra vida y nos hará anticipar una supuesta ruina económica. Cada mala noticia tendrá un efecto devastador en nuestra forma de enfrentar los problemas económicos que pasamos. La crisis no está solamente fuera, la hemos dejado entrar en nuestra mente y se ha expandido como un virus letal, que paraliza nuestra capacidad de reacción.

Otras personas son capaces de ver lo bueno que hay en los demás, la parte amable de la vida, los valores de la amistad y el amor por encima de las noticias y la supuesta naturaleza malvada del ser humano que pregonan algunos medios. Para ellos, la crisis también puede ser una oportunidad.

En japonés la palabra crisis, kiki (kikai) se representa con dos ideogramas, peligro + oportunidad.

¿O acaso no es cierto que alguien con una visión de este tipo, conocedor de la bolsa, que en marzo-abril de 2008 hubiese invertido en el Ibex35 llevaría ganado un 47%, en plena crisis?, eso es aprovechar la crisis y ver las oportunidades.

La economía se basa en la confianza, entre los propios ciudadanos, entre los ciudadanos y sus gobiernos, entre la gente y el director de su sucursal, entre los bancos españoles y los bancos mayoristas extranjeros, entre los vendedores y sus clientes, entre los inversores y los reguladores del mercado financiero. Vivimos, entre otras cosas, una bestial crisis de confianza.

¿No sería el momento de que entre todos intentásemos proyectar la confianza desde nuestro propio interior?

Esta interesante presentación me la mandó nuestro amigo bloggero Juan Carlos Lluch, el Ayatolá de los seguros.

1.- Ser proactivo
Adelantarse a los acontecimientos, asumir que las cosas no nos pasan sino que nosotros podemos hacer que pasen las cosas que deseamos que nos pasen.

En palabras del antiguo estratega chino Sun Tzu: “…obtener cien victorias en cien batallas no es el colmo de la habilidad. Someter al enemigo sin librar combate es el colmo de la habilidad”.

En palabras más cinematográficas, cuando le piden a Bruce Lee cual es su técnica de combate, contesta: “Mi estilo es el arte de luchar sin luchar”.

Hay que adelantarse a los acontecimientos para navegar en los océanos de la vida y no ir, simplemente, a la deriva de los acontecimientos.

Como se dice en la presentación: “cada vez que pensamos que el problema está fuera, el problema es este pensamiento”.

2.- Empieza con el final en la mente

Vayas donde vayas, debes pensar a donde quieres llegar. Sin una meta en la vida, tu vida no va a ningún sitio.

3.- Pon lo primero en primer lugar

“La clave de la gestión del tiempo no es dar prioridad a las tareas de tu agenda, sino agendar tus prioridades”.

No dejes que lo urgente retrase lo importante.

Sun Tzu dice: “… lo esencial en la guerra es la victoria, no las operaciones prolongadas. Y por eso, el general que entiende de guerra es el Ministro del hado del pueblo y el árbitro del destino de la nación”.

4.- Piensa en modo gano/gana (win/win)

“No se trata de tu camino o de mi camino, se trata de encontrar el mejor camino”.

En las negociaciones no se trata de siempre querer ganar a costa del fracaso del adversario, sino de saber ganar dejando que el otro no pierda. Y eso siempre (o casi siempre) es posible.

Dice Sun Tzu: “Generalmente en la guerra la mejor política es tomar un Estado intacto; arruinarlo es menos ventajoso”.
Siguiendo este concepto dice Li Ch’üan: No des un premio por matar (no ofrezcas incentivos a tu negociador para apartarse de la estrategia win/win).

5.- Busca primero entender a los demás, después ser entendido

¿Fijaos en vuestra próxima conversación entre varias personas; hay alguno que escucha pero nunca da su opinión, otro que espera que uno acabe para hablar de otro tema que poco o nada tiene que ver, uno que solo habla… veis al que escucha, escucha, y después responde a lo que ha escuchado?

Sun Tzu:”Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca estarás en peligro”

6.- Busca sinergias

El resultado del esfuerzo común es superior a la suma de los esfuerzos realizados individualmente.

La persona efectiva sabe conocer sus carencias, es humilde y busca el apoyo y la colaboración con los demás.

Dijo el sabio Taoista Lao Tsé:

“Lo que se pliega se conserva entero,
lo que se dobla se mantiene recto;

Por eso el sabio aferra el uno,
y así puede volverse pastor del entero mundo.
No se mira en sí mismo y por eso ve con claridad,
no hace ostentación de su persona y por eso es hombre de luces,
no se jacta y por eso llega a triunfar,
no es orgulloso y por eso adelanta.
Como no lucha,
nadie es capaz de luchar con él.”

7.- A ponerse las pilas

Confieso que este último hábito no lo acabo de entender, al menos su traducción.

Por lo que leo en la presentación, se refiere a que hay que aprender a relajarse, leer, disfrutar, jugar, meditar, estar con uno mismo…

Pero gracias a nuestros bloggeros y buenos profesionales como Francisco Marco-Serrano tenemos una explicación de esta hábito:

El séptimo, que es “sharpen the saw” se refiere a que estés preparado. El tema del relax es como cuando el caballero estaba en capilla, preparándose mentalmente para la batalla. Los anglosajones son más directos: afila el arma.

La última imagen de la presentación es algo curiosa:

Una tumba con la palabra “Vida”.

¿Será que nada hay tan malo bajo el Sol como para preocuparse, ya que al final llegamos siempre a la misma meta, y lo importante es la forma en que hemos realizado el viaje?


Hace ya tiempo os informamos que nuestra empresa había estrenado perfil en Facebook.

Podemos decir con orgullo que ya tenemos 115 fans (seguidores).

Uno de los valores añadidos que tiene visitar nuestro perfil en Facebook es que vamos colgando tanto los posts de este blog como posts de otros blogs que nos parecen interesantes.

Os invito a visitar el grupo y, si os gusta, haceros fans visitando el perfil desde el enlace inferior o desde el gadget que está en la parte izquierda de este blog:

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Una vez más buenos datos para los hipotecados que se vayan beneficiando de estas bajadas consecutivas en sus revisiones de la hipoteca.

Para los que se plantean la compra de una vivienda, recomendarles mirar las ofertas de varias entidades financieras y/o acudir a asesores financieros, ya que los precios que ponen los bancos y cajas de ahorro cada vez son más dispares (algunos llegan a euribor+2 en hipotecas normales) y hay que releerse la letra pequeña, las cláusulas dichosas y los productos que “obligan”a contratar.

Cada vez se vuelve más complicado conseguir una hipoteca y más complejo conocer lo que verdaderamente se contrata. Y más caro.

Tendréis que perdonar mi evidente falta de formación médica, por lo que la única finalidad de esta entrada es dar alguna información sobre los efectos de angustia mental que puede generar esta crisis (directa y causada por problemas económicos reales o de contagio, al ver continuamente gente con problemas y malas noticias económicas) y algunas ideas que pretendo sean útiles.

La idea más importante que tiene que entender una persona que sufre una crisis de ansiedad, una depresión o cualquier otra dolencia mental es la siguiente: Sufre una enfermedad y tiene curación, mediante medicación y en muchas ocasiones psicoterapia. No hay que culpabilizarse de una enfermedad; hay que seguir el tratamiento y curarse. Nada más, nada menos. Si esto lo tiene claro el enfermo y su círculo social, las probabilidades de curación aumentan exponencialmente.

En caso de notar que algo no funciona del todo bien en tu cerebro, ves al médico de cabecera; él sabrá si debe derivarte al psiquiatra o no. No tomes la medicación que ha tomado un conocido por mucho que creas tener sus síntomas ni te refugies en medicinas “alternativas”. Primero ves al médico; si después complementas tu curación con otras técnicas, como el Método Silva, por ejemplo, perfecto. Pero lo primero es el tratamiento médico.

Algunos síntomas de la depresión son:

1.- Tristeza, displacer, pérdida de gusto por las cosas
2.- Ansiedad, miedo, acobardamiento
3.- Incomodidad general, malhumor, irritabilidad
4.- Anestesia de sentimientos, vacío interior, apatía
5.- Enlentecimiento, escasa productividad
6.- Preocupaciones, rumiaciones inútiles, pesimismo, baja autoestima
7.- Desesperanza, ideas de muerte o suicidio
8.- Delirios (culpa, hipocondria, ruina)
9.- Llanto o ganas de llorar, aunque no puedan
10.- Agitación o inhibición
11.- Aislamiento
12.- Insomnio (normalmente despertar precoz) o hipersomnia
13.- Astenia, fatigabilidad
14.- Pérdida de apetito y/o peso
15.- Pérdida del líbido
16.- Impresión subjetiva de merma cognitiva, disminución de la atención y concentración
17.- Empeoramiento matinal y mejoría vespertina

etc

Esta relación es simplemente informativa y no debe usarse como medio de auto-diagnóstico. Solo un médico puede diagnosticar una enfermedad.

Con la crisis económica están aumentando las consultas por problemas mentales y es bueno saber que le puede pasar a cualquiera, que no es un síntoma de debilidad sino una enfermedad y que tiene tratamiento y curación.

Quiero acabar este atípico post con un fragmento de las palabras de Mijaíl Bulgákov, en su libro “La guardia blanca“:

Todo pasa: el sufrimiento, el dolor, la sangre, el hambre, la peste. También la espada pasará, pero cuando las sombras de nuestra presencia y nuestros hechos se hayan borrado de la faz de la tierra las estrellas permanecerán. No hay hombre que no sepa eso. ¿Por qué, entonces, no volver nuestra mirada hacia las estrellas? ¿Por qué?


Este volátil indicador por el que se rigen la mayoría de hipotecas a interés variable cerrará el mes al 1,644 %, su tercer mínimo histórico consecutivo. Ello pese a haber acabado la semana con ligeras subidas.

Si el simpático director de su sucursal de toda la vida no le ha colado una cláusula que limita la bajada (y las subidas) del euribor a aplicar a su hipoteca.

Dicha impopular cláusula, conocida como cláusula de “suelo” (y la que limita la subida de “techo”) puede darles un disgusto, al ver como el banco en lugar de aplicarles al euribor del mes anterior a la revisión (supongamos que le revisan el mes que viene, y le toman el 1,644 %) le aplican un euribor del 2,5 o 3 % (límite habitual de dichas cláusulas).

Es decir,

Para una hipoteca de 180.000 € a 30 años, a un euribor + 0,75, la cuota resultante sin la clausula dichoso sería de: 701 €

Si su hipoteca tiene un “suelo” del 3%, la cuota será de: 833 €

Una diferencia mensual de nada más y nada menos que 132 € !, que al año resultará un sobrecoste de 1.584 €, más que un sueldo normal.

Para comprobar si su hipoteca tiene estas cláusulas, legales y negociables, lea la escritura de su préstamo hipotecario a ver si encuentra un apartado que diga algo así como “Límite a la variación del tipo de interés”; espero que no lo encuentre, que no estamos para disgustos.

Esta cláusula es perfectamente legal, lo que pasa es que a veces no se informa debidamente al cliente, antes de empezar a tramitar la hipoteca, de su existencia. Y una vez en el notario, suponiendo que se lea debidamente y el cliente la entienda y acepte, ya hay poco que hacer (salvo no firmar, claro).

Como siempre decimos, la hipoteca es probablemente la mayor inversión de toda su vida. ¿Es lógico que deje su asesoramiento solo en manos de su sucursal de toda la vida?

Acuda con los papeles a varios bancos y compare condiciones; y en el caso de que no tenga tiempo o conocimientos suficientes, asesórese por expertos (a poder ser abogados o economistas especializados en financiación). Se va a ahorrar tiempo y disgustos (y dinero).

Una vez más, las explicaciones campechanas del Sr. Abadía.

Destacaría la brillante frase que dice al final:

Para evitar la deflación hace falta que los empresarios saquen sus ahorros, monten empresas y creen empleo. Es la hora de los empresarios valientes.


El euribor cierra abril al 1,771 %, su mínimo histórico.

¿Y qué?, se preguntarán muchos.

Resulta que una noticia que debería representar una verdadera alegría, sabe a agridulce.

La Banca, con el argumento de que las hipotecas ahora son muy arriesgadas, suben sus diferenciales. Una caja con la que trabajo, sin ir más lejos, me comentó que para hipotecas de compra-venta nuevas aplicará un euribor + 2! Me resulta indignante, la verdad.

Para los hipotecados que solicitan una reunificación a su banco para afrontar estos tiempos de penurias, en caso de que tengan la fortuna de que el director de turno se digne a estudiar su caso y los de riesgos la aprueben, se les aplica mayores diferenciales y topes a la baja de tipos.

Señores banqueros, señores gobernantes, por favor, dejen de jugar con la gente. Los clientes que tienen problemas de pago por causa de la crisis no son unos vagos o unos malos pagadores, son gente que pasa una mala racha. La crisis acabará y la gente volverá a ganar lo suficiente para comer y pagar la hipoteca, pero den facilidades ahora; no les den una cuerda para colgarse.

Cada vez que conozco un caso de una familia que pierde su hogar por no poder pagar la cuota de su hipoteca (a pesar de ser gente seria y pagadora), me entran ganas de gritar, de llorar.

Banqueros, gobernantes, es la hora de ayudar a la ciudadanía a no perder sus hogares; no se trata de regalar nada, pero den las facilidades que sean necesarias para que la buena gente pase esta crisis sin perder, además de sus sueños, su vivienda.

¿Es eso pedir demasiado?

No esperéis palabras bonitas de este economista, ya os lo advierto.

Habla de que, al menos potencialmente, podemos sospechar que la crisis actual es una segunda Gran Depresión.

Como declarado keynesiano, defiende la intervención del estado en la economía en tiempos de crisis.