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El Colegio de Economistas A Coruña ha querido entrevistarme en su revista O Economista número 93, a tenor de la reciente publicación de mi libro “La banca culpable“.
La gestión de la crisis chipriota por parte de los “amigos” de la Troika ha sido, cuanto menos, penosa. O estamos en una Unión Monetaria y, de una vez, en una verdadera unión fiscal, o cada uno se va con paso firme a su casa.
Lo que no puede ser es que no se controle en absoluto lo que hace cada país y, cuando los desastres florecen, se les deja parasitar todo el jardín europeo. Necesitamos de una vez por todas una unión económica y política, o el ahorro en euros no será una opción seguro como debe ser.
Para empezar, ni tenemos aún unión bancaria ni Fondo de Garantía de Depósitos a nivel de toda Europa, mínimos para que podamos llamar europeo a nuestro sistema financiero. Que la seguridad de los depósitos y cuentas de menos de 100.000 euros se cuestionen cada dos por tres, es arrojar gasolina al fuego de inquietud en el que viven los ciudadanos ahorradores día a día.
Ayer pude participar en “El Gran Debate” de Telecinco, participación que me apetecía de sobre manera ya que el tema es lo suficientemente importante y afecta de forma directa al bienestar básico de los ciudadanos: el desahucio de sus casas por no haber podido pagar su préstamo hipotecario, o pero aún, el desalojo adicional de los avalistas o hipotecantes no deudores de sus viviendas.
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- Su seguridad, entendida como el riesgo que tiene de hacernos perder dinero, sea por la propia naturaleza del producto (por ejemplo las acciones) o por el riesgo del emisor (cuotas participativas de la CAM, etc).
- Su liquidez: ¿podremos sacar el dinero en cualquier momento antes de su vencimiento? ¿tendremos que pagar alguna comisión o asumir posibles pérdidas? Los fondos garantizados, por ejemplo, nos pueden suponer pérdidas si necesitamos el dinero antes del vencimiento de la garantía.
- Su rentabilidad, que debe estar acorde con el riesgo y la liquidez del producto financiero. NO es lo primero que tenemos que analizar, es lo último.
Me es muy grato apreciar como cada vez más los medios de comunicación tradicionales se preocupan por dar una información de mayor calidad e independencia sobre la banca, los productos financieros y la cultura económica en general.
Aparte de los últimos programas de TV, Salvados y El Gran Debate, con varios millones de espectadores cada uno, he podido aportar mi granito de arena a la cultura financiera de este país en otros medios, entre los que esta semana destaco:
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