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En Euribor Blog he dado mi opinión sobre sí tiene sentido salir a la calle a reclamar nuestros derechos y alzar nuestra voz: Y en mi opinión, sin duda lo tiene:

El sentido de salir a la calle en una sociedad moderna.

En Dinero Experto he atacado con la ferocidad que me provoca las injusticias a determinadas novedades bancarias que no arreglan el problema social y económico que estamos viviendo:

  • La banca y su intención de eliminar el euribor de su oferta hipotecaria.
  • El Código de Buenas Prácticas bancarias y su cuestionable aportación a la dación en pago.
  • El nuevo Código del Buen Rollo bancario.

Pasen y lean el espectáculo.

Hoy a las 22:00h estoy invitado a asistir al programa de TelecincoEl Gran Debate“, presentado por Jordi González y Sandra Barneda. Se trata un tema de rabiosa actualidad: ¿en qué ha quedado el supuesto derecho a una vivienda digna consagrado en la Constitución?

Esta es la imagen que mis compañeros de diseño y maquetación han realizado del evento; lo confieso, hay Photoshop (soy más bajito y con menos pelo).

Para situarnos, el Título I, Capítulo III.- De los principios rectores de la política social y económica, en su artículo 47 de la CE dice:

Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.
La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.

No todos los derechos plasmados en la CE tienen el mismo grado de protección y aplicación. Los del Capítulo II.- Derechos y libertades son los que gozan de una máxima protección y aplicación directa, entre los que figuran algunos evidentes y otros no tanto, como el derecho a la vida y a la integridad física y moral, la abolición de la pena de muerte, la libertad ideológica, religiosa y de culto o el derecho a sindicarse libremente. Estos derechos deben ser regulados por Ley Orgánica (cuya aprobación requiere mayoría absoluta del Congreso).

En cambio los del Capítulo III, entre los que figura el derecho a la vivienda, son principios que deben regir las políticas públicas, pero no tienen una aplicación directa como las del anterior capítulo. Derechos como  el acceso a la cultura, un medio ambiente adecuado o las pensiones figuran en esta epígrafe normativo.

Respondiendo a la pregunta ¿qué derecho tenemos los españoles a una vivienda digna?, la que los políticos y demás agentes sociales y económicos decidan y puedan proporcionar. Mientras para adquirir un techo la gran mayoría de familias deban solicitar un préstamo hipotecario, el derecho a una vivienda pasa por la discrecionalidad de un agente privado: los bancos y cajas.

El último estudio sobre el precio de las hipotecas realizado por iAhorro.com refleja una realidad que todos detectamos en la vida real: a pesar de que el euribor se mantiene bajo, las hipotecas son muy caras. Y además de caras, exigen importantes ahorros (a veces un 30% del precio de compra o más) y garantías adicionales (avalistas, dobles garantías…).

El segmento de hipotecas más competitivas, que es el de la banca online, ofrece una media de euribor +  1,250 puntos; el resto de entidades financieras, por tanto, tienen hipotecas más caras.

Y a pesar de los datos del informe, el tipo de interés real del mercado seguramente es bastante más alto, ya que excepto la banca online, los bancos y cajas muchas veces no ofertan los precios de sus hipotecas. Detrás de la frase de las webs “precios personalizados” suelen esconder la realidad “precios caros que no queremos publicitar“.

Por desgracia no es extraño encontrar “ofertas” de hipotecas que se acercan al euribor + 3, una auténtica locura cuando el referencial vuelva a subir.

El estudio del Observatorio de Finanzas Personales de iAhorro.com ha tenido mucha difusión en los medios, tanto online como en prensa escrita. Desde El Mundo al ABC pasando por EuropaPress o Expansión.

En papel salió en Gara, Información y Segre.

Ante la duda de si comprar una vivienda con este tipo de hipotecas, os dejo la siguiente reflexión en Información:

Ante este panorama es normal que la mayoría de los posibles compradores de vivienda se sigan preguntando si es un buen momento para comprar. “Depende de la urgencia que se tenga”, responde Fernando Herrero, que recuerda que, “aunque los precios ya han bajado bastante, la burbuja no se ha deshinchado del todo y eso supone otro freno”.
El analista Pau Monserrat tiene una visión algo distinta: “hay que tener en cuenta que en dos o tres años la situación puede haber cambiado mucho y los compradores podrán cambiar de hipoteca o hacer una subrogación para mejorar sus condiciones”. “No tienen que soportar estos tipos de por vida”, añade.


Hacer predicciones, sean sobre la rentabilidad de los depósitos en 2012, sean sobre el euribor o el precio de la vivienda no es más que un ejercicio intelectual de deducción. Nadie puede predecir el futuro, pero podemos tratar de adelantarnos a lo que va a pasar; de hecho, para tomar decisiones financieras no nos queda otro remedio que hacer predicciones sobre el comportamiento futuro de las variables económicas implicadas.

En EsRadio he dado mi opinión como director editorial de iAhorro.com de cómo creo que evolucionará el precio de los inmuebles y el euribor en este año 2012:

Las leyes han de ser lo más estables posibles para evitar las injusticias que provoca un cambio inesperado. En fiscalidad también; el problema es que está ocurriendo lo contrario, que normas vigentes en un año (por ejemplo la deducción por adquisición de vivienda habitual en el 2011), tal vez cambien antes de terminar éste.

El mismo problema tenemos con el IVA de la obra nueva, que del 7% pasa al 8% y, después, al 4% de forma temporal (y sin saber si se renovará esta temporalidad el año que viene o no, según  quien gane las elecciones y lo que decida).

Un verdadero cachondeo fiscal que hemos tratado en el blog Dinero Experto, de Financial Red:

La inseguridad jurídica de la fiscalidad de la vivienda habitual.

Por otra parte, en Euribor Blog, hemos dado algunas ideas de la situación económica que nos depara el 2012, en base a una conferencia que dio Banif a la que estuve invitado. Todos los secretos desvelados en:

¿Cómo les explican la crisis a los ricos?

Los españoles siempre hemos preferido comprar una vivienda a alquilarla. Dos de las razones que justifican esta preferencia por ser propietario en lugar de arrendatario son:

  1. Que comprar una casa es una buena inversión, ya que nunca pierden valor.
  2. Alquilar es como tirar el dinero. Uno paga por algo que nunca será suyo.

Admito que estas ideas también han calado en mi, no voy a dar lecciones de economía a nadie, siendo el primero que comete este tipo de errores conceptuales. Sin embargo voy a tratar de analizar económicamente la idea de que la vivienda nunca pierde valor, en que se basa, qué hay de cierto y de erróneo en esta premisa tan extendida.

En economía, al igual que en el resto de parcelas de nuestra vida, siempre es mejor dudar a estar seguro de algo. Cuando me encuentro con una “verdad”, dudo de ella. Mi máxima es:

 

Es mejor vivir con dudas razonables que con falsas certezas.

A la mente humana no le gusta la incertidumbre, sin embargo la vida es incierta y hay que asumir que nunca acabaremos de entenderlo todo. Ni nosotros ni los grandes gurús. Todos nos equivocamos. La idea de que la vivienda nunca pierde valor tiene una base, al igual que la tiene la realidad: la vivienda es un bien que se intercambia en un mercado organizado, y su precio, por tanto, dependen de la oferta de casas y de la demanda de éstas.

Lo que nos dice la microeconomía, en cuanto a la formación de precios, es que el precio de equilibrio (el que se acaba pagando por un bien) se da en la intersección de la oferta y la demanda; en otras palabras, los ofertantes de casas (los vendedores) desearían venderlas al mayor precio posible, y los demandantes al menor. En el mercado se negocia y se llega a un precio de equilibrio, que aceptan vendedores y compradores.

Las casas son bienes inmuebles que no escapan de la ley de la oferta y la demanda. Para que el precio de la vivienda suba, es necesario que aumente la demanda (por ejemplo con la entrada de inmigrantes al mercado laboral español, que compraban casas) o que descienda la oferta (que cada vez haya menos casas en venta y los que quieren comprar una, por tanto, tengan que pagar más por ellas). Si ocurre lo contrario, el precio de la vivienda baja.

 

¿Por qué subió tanto el precio de las casas?

Como ya hemos explicado, el precio de la vivienda se forma cuando vendedores y compradores se ponen de acuerdo. En los años de crecimiento económico llegaron muchos trabajadores de fuera para ayudar a producir bienes y servicios. Esta nueva población tenía la opción de alquilar o comprar viviendas para residir. Los intereses de las hipotecas estaban muy bajos y se les vendía la siguiente idea:

 

Con lo que pagarías de alquiler te puedes comprar una casa, que será tuya.

Esta misma idea estaba en la mente de los españoles y, al ver que tenían trabajo y cobraban un buen sueldo, decidieron lanzarse en masa a contratar un préstamo hipotecario para comprar una casa. Al fin y al cabo, pensábamos, la vivienda nunca pierde valor. Además el mercado de alquiler en España tiene mucho que mejorar, ya que es además de no ser barato, tampoco se lo pone fácil al arrendador ni al que alquila.

En los años del boom inmobiliario, a veces era más fácil que a uno le concedieran una hipoteca que alquilar; para alquilar nos pedían avales, varios meses por adelantado y otros requisitos que, en cambio, no se exigían al contratar una hipoteca.

Por tanto, el precio de la vivienda subía constantemente porque la demanda de casas (los compradores) crecía a un ritmo mucho más alto que la oferta (promotores y propietarios de vivienda que querían vender).

 

¿Por qué ahora la vivienda pierde valor?

Sin embargo la vivienda no sube de forma constante de valor, al igual que ningún otro bien o servicio. Cada uno tiene un límite, marcado por al oferta y demanda.

Un día la crisis económica llegó, por múltiples causas que no trataremos en este momento. Los inmigrantes y los nacionales empezaron a perder sus trabajos o a cobrar menos, y los problemas para pagar las cuotas de la hipoteca se volvieron constantes entre las familias. La gente dejó de pagar y los bancos se quedaron con los pisos, puestos en garantía de la deuda.

Por otra parte, las entidades financieras se dieron cuenta de que la vivienda ya no subía de precio, con lo cual vieron que lo que garantizaba la devolución de los préstamos hipotecarios se devaluaba.

Si a ello le sumamos la creciente morosidad de promotoras y clientes, y los problemas de liquidez del sistema financiero en su conjunto, la ecuación ya tenía resultado: muchas menos hipotecas concedidas. Además los clientes ya no tienen tantas ganas de comprar casas, al ver que bajan de valor, y otros no quieren endeudarse por la inestabilidad que sufren en sus empleos.

Si cada vez menos gente quiere o puede comprar, y la que quiere comprar tiene serias dificultades para que le concedan una hipoteca, la demanda de casas cae. Menos compradores (menos demanda) en el mercado provocan que el precio caiga.

Es la Ley de la Oferta y la Demanda.

Por otra parte, los constructores durante un tiempo siguen construyendo, ya que terminan las promociones iniciadas durante el momento de crecimiento económico. Y los bancos y cajas tienen que vender las casas que se han quedado por impago de las hipotecas. Y por si ello fuera poco, muchas familias endeudadas intentan desprenderse de la hipoteca, vendiendo sus casas usadas. Resultado: muchas casas en venta. La oferta de residencias aumenta, y a más oferta, como ya sabemos, menos precio de mercado.

Resumiendo, la demanda de casas cae y, además, la oferta de pisos crece. Resultado: el precio de la vivienda baja.

 

¿Cuándo dejará de caer el precio de las viviendas?

La vivienda no sube siempre de precio, pero tampoco baja siempre. Cuando la demanda de casas se incremente y la oferta disminuya, las casas volverán a subir de precio. Esto ocurrirá cuando la crisis económica remita; cuando la gente vea que no corre peligro de perder su vivienda y los bancos concedan hipotecas. Se irán comprando el exceso de viviendas que hay en el mercado y los precios se equilibrarán.

El momento exacto que esto ocurrirá nadie lo sabe; se han hecho muchos estudios y cada uno dice cosas distintas. Lo que nos tiene que enseñar esta crisis es que hay que ser prudentes y no endeudarnos en base a la creencia de que las casas siempre suben de valor y que nosotros siempre cobraremos lo que hoy. Las casas son una necesidad, no un lujo o una inversión.

Disfrutemos de una vivienda ajustada a nuestras posibilidades económicas. En alquiler o en propiedad.

Damos la bienvenida a este blog a Grupo Retiro,
empresa pionera y líder en España ofreciendo soluciones financieras a las personas mayores; lleva más de 15 años asesorando sobre los productos que en
cada caso concreto mejor se ajustan a las diferentes necesidades de la gente mayor.

En esta primera ocasión nos hablaran de diferentes productos que nos permiten obtener liquidez gracias a nuestro patrimonio inmobiliario.

Residencia de ancianos: ¿cómo pagarla?

Actualmente
muchas personas mayores no cuentan con los recursos económicos necesarios para financiarse la estancia en una Residencia. Más aún teniendo en cuenta la situación actual de crisis en la que se han visto congeladas muchas pensiones, se han producido y se prevén recortes en sanidad y en políticas sociales que hasta ahora solucionaban la problemática de muchas personas que necesitaban trasladarse a un Centro de Mayores u obtener una ayuda a domicilio. Incluso, en numerosas ocasiones son los propios hijos de nuestros mayores los que buscan desesperados una forma de obtener financiación para poder atender económicamente a sus padres.

Como alternativa a esas situaciones existen productos financieros que les pueden proporcionar una solución: la Renta Vitalicia Inmobiliaria, la Hipoteca Inversa y el Seguro de Rentas Vitalicias Dinerarias.

Cada producto tiene unas características diferentes que se adaptan a las distintas circunstancias en las que se encuentra la persona mayor, pero los tres permiten complementar la pensión con unos ingresos extra mensuales y para toda la vida.

La Renta Vitalicia Inmobiliaria es un contrato mediante el cual una persona mayor percibe una pensión mensual durante el resto de su vida, a cambio de la cesión de la propiedad de su vivienda pero manteniendo el derecho de uso y disfrute de la misma. Esta fórmula está destinada principalmente a las personas mayores de 65 años, propietarios de pisos que generalmente estén libres de cargas, y que deseen vivir lo mejor posible con sus propios recursos económicos a través de una adecuada gestión de su patrimonio inmobiliario y, todo ello, sin perder la referencia que supone seguir viviendo en su casa de siempre. Además, si la persona mayor renuncia al usufructo de la vivienda para irse a vivir una Residencia, la renta mensual se incrementaría de forma considerable. De esta manera, la persona mayor puede contratar una Renta Vitalicia mientras sigue viviendo en su casa y así pagar, por ejemplo, la asistencia a domicilio que pudiera necesitar y cuando lo desee trasladarse a una Residencia, a la vez que incrementa su renta mensual.

Por su parte, la Hipoteca Inversa es un préstamo con garantía hipotecaria destinado a personas mayores de 65 años propietarias de una vivienda, a través del cual las entidades financieras y compañías aseguradores que las comercializan pagan a estas personas una renta mensual, con la particularidad (y de ahí su denominación) de que la persona mayor no tiene que devolver en vida las cantidades recibidas ni los intereses como sucede con una hipoteca normal, sino que la deuda se va acumulando y su cancelación queda aplazada al fallecimiento del contratante. Con la Hipoteca Inversa la persona mayor se asegura una renta mensual sin perder la titularidad de su vivienda. Por lo cual, también puede seguir viviendo en su casa y cuando lo desee trasladarse a una Residencia, sin embargo con este producto su renta no variará.

Por último, mediante el seguro de Rentas Vitalicias Dinerarias, la persona mayor puede planificar la inversión del capital que haya obtenido, por ejemplo, de la venta de su vivienda para asegurarse igualmente el cobro de una renta mensual para toda la vida. Se trata de una modalidad de los seguros de vida-ahorro en el que una compañía de seguros garantiza al contratante el cobro de una renta periódica hasta su fallecimiento (modalidad vitalicia) o durante el período que se establezca (modalidad temporal), a cambio del pago de una prima única, es decir, por la aportación de una cantidad de dinero / capital por una sola vez. Esa renta (generalmente mensual, aunque también puede percibirse trimestral, semestral o anualmente) que pagará la entidad aseguradora incluye el pago de unos intereses que pueden llegar a ser muy atractivos, y que en la actualidad, se retribuyen a un tipo de interés anual superior al 3%.

De cualquier modo, el problema de cómo pagar las cuotas de una Residencia cuando no se tiene el capital necesario quedaría resuelto para todas aquellas personas mayores que decidan rentabilizar su patrimonio inmobiliario, es decir, su vivienda mediante una Renta Vitalicia Inmobiliaria, de una Hipoteca Inversa o de un Seguro de Rentas Vitalicias Dinerarias.

Caso práctico: obtener liquidez del patrimonio inmobiliario

Mujer de 80 años con una vivienda de 200.000 € en Madrid capital.

* Si Usted quiere mantener el uso y/o la propiedad de su vivienda:

  • Con una Renta Vitalicia Inmobiliaria: 873 € mensuales, con reserva del usufructo de la vivienda y liberando el pago del IBI, derramas extraordinarias y seguro del continente de la vivienda. Si renunciara al uso y disfrute de la vivienda la mensualidad tendría un incremento mínimo de un 40%.
  • Con una Hipoteca Inversa: 610 € mensuales.

* Si Usted quiere vender su vivienda:

El dinero obtenido por a través de la venta de la vivienda se colocaría en parte o en su totalidad a través de un Seguro de Rentas Vitalicias:

  • Si la prima aportada fuera de 100.000 €: 790 € / mes vitalicios.
  • Si la prima aportada fuera de 200.000 €: 1.610 € / mes vitalicios.

Para más información:

www.gruporetiro.com
Teléf.  91-577-42-40

Llevo mucho tiempo gritando a todas voces “estamos reproduciendo el flagelo sudamericano” de gasto desmedido, políticas incorrectas, etc. Y, por tanto, las consecuencias que ello conlleva: una desestabilización social en todos los sentidos.

Servicios de transportes sin inputs para poder seguir funcionando, hospitales cada vez con menos recursos humanos materiales, la misma suerte para el caso de la educación y un estado de bienestar, en general, bastante degradado.

Pero la noticia que acabo de leer no tiene precedentes, al menos desde mi perspectiva latinoamericana-europea:

Los bancos en EEUU están prefiriendo demoler o regalar las propiedades abandonadas, las que quitaron a sus cliente por no poder hacer frente a las hipotecas.

Prefieren correr con los gastos de demolición y limpieza del solar, unos 7500 $, a tener que mantener indefinidamente los gastos que esas propiedades ocasionan: impuestos, servicios, publicidad en caso de tener la intención de revender o alquilar.
Estos espacios se reutilizan para dar una mejor calidad de vida a los vecinos destinándolos a jardines, aparcamientos, plazas, etc; a través de los “Bancos de tierras“.

En Cleveland se crearon los “Bancos de tierras” destinados a adquirir las propiedades no deseadas a algunas de las firmas financieras, incluyendo a algunas de aquellas que ayudaron a alimentar la crisis de la vivienda a través de préstamos de alto riesgos. Filadelfia, Nueva York, Georgia entre otros aprobaron medidas similares.

Bank of América y Wells Fargo anunciaron planes este verano para donar más de 100 propiedades. JP Morgan Chase también ha hecho donaciones regulares. Fannie Mae, la compañía de financiamiento hipotecario masivo, confiscada por el gobierno federal hace tres años, comenzó a donar propiedades desde el principio y ahora entrega al rededor de 30 propiedades al mes.

¿Llegará a ocurrir esto en Europa y, para ser precisos, en España, donde miles de familias desahuciadas no tienes donde vivir y con deuda de por vida a diferencia de EEUU en donde la dación en pago deja limpio al deudor?

Imagen | Eddie

Banco Primus, entidad con la que Futur Finances trabaja la reunificación de deudas, se ha quedado como entidad única especializada en hipotecas de agrupación de deudas en España.

El Grupo Celeris comunicó a todos sus agentes que dejaba de aceptar operaciones de este tipo. Sin ninguna explicación adicional.

De esta noticia se ha hecho eco 20 Minutos, en un contenido de iAhorro.com titulado “En plena crisis, sólo queda una entidad especializada en reunificar deudas“.

De 4 a 1 entidad que reunifica deudas

Si esta opción no llega a buen puerto, es el momento de acudir a entidades financieras especializadas, bien directamente o bien mediante intermediarios hipotecarios profesionales. Las entidades financieras especializadas en reunificar deudas y préstamos ofrecen hipotecas más caras, dado que el riesgo de impago de este tipo de clientes es superior.
Hasta hace unos años uno podía acudir a una serie de entidades financieras especializadas, entre las que estaban:

  • GE Money Bank (financiera de General Electric)
  • GMAC (de General Motors)
  • Grupo Celeris (cuyos socios son cajas de ahorro)
  • Banco Primus (con sede en Portugal)

En la última etapa solo quedaban Celeris y Banco Primus. Y hace escasos días Celeris ha comunicado a sus agentes que deja de aceptar operaciones de unificación de deudas.

Se hace patente un dicho popular que reza que “el banco deja dinero a quien no lo necesita“. Cuando más necesario es tener entidades que ofrezcan reunificaciones de deuda, desaparecen del mercado.

Banco Primus también concede hipotecas de compra-venta

Esta entidad, además de unificar deudas, sigue ofreciendo hipotecas para comprar una vivienda, cuyas características actuales son, para el segmento de cliente mejor:

 

  • Entre el 70 y el 80% de tasación, según perfil del cliente.
  • Sin necesidad de aportar ahorros ni avales, en principio.
  • Ratio de endeudamiento del 40%.
  • Comisión de apertura del 2,99%.
  • Tiene varias modalidades de cuotas, variable o mixta. La mixta cuesta un 5,50% fijo los 5 primeros años y, a partir de esta plazo, se vuelve variable a Euribor + 2,50%.

Es una hipoteca cara, pero dada la situación del mercado tampoco hay que descartarla, ya que se podría financiar un 100% más gastos si la tasación fuera alta en relación al precio de compra.

Una excelente infografía de Actibva que compara los precios de la vivienda, de vehículos y otros productos de la cesta de la compra y los compara con los salarios. Se toma como referencia 1981 y se calcula el precio hoy.

Un gran trabajo que deja claro que el salario mínimo es equivalente a hace 30 años y la vivienda vale 10 veces más.

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Generado por: Actibva