Damos la bienvenida a un colaborador de excepción R.M, cuya aportación le agradecemos con toda el alma:

Veamos una de las caras de la moneda: La Banca se escuda en su ánimo de lucro y su carácter de entidad privada

“no somos una ONG”….”solo prestamos con la expectativa de que nos devolverán los prestamos, el sector financiero funciona así y tiene que ser así”…”. No somos una banca publica”…” el banco solo tiene un pedacito aislado destinado al capital riesgo…quien no lo entiende así no sabe como funciona la economía de mercado”
Alfredo Sáenz (Banco Santander)

La otra cara de la moneda: Opinión de un profesor de Finanzas sobre la restricción del crédito a las empresas

“..hubiéramos podido apoyar las exportaciones, pero cuando solo es posible vender al exterior si se da crédito, era muy difícil que nuestras empresas que no encontraban ni crédito para el circulante en la banca para poder pagar las nominas, consiguieran líneas de crédito que si crearon Francia, Alemania y los que se dieron cuenta que las prestaciones por desempleo son mas caras que las medidas de creación de empleo exportando bienes y servicios”

“…las pymes dependen de las fluctuaciones del mercado están expuestas a todo tipo de medidas arbitrarias, obligándolas a cerrar cuando no tuvieron recursos para pagar las nominas o bien las grandes industrias les pagaron tarde y mal y con márgenes cada vez mas reducidos”

“..EEUU lo resolvió saliendo al ruedo su banco central, no era lo suyo, pero descontó todos los pagares que le presentaron, porque la banca privada incumplió su estatuto de entidades para el bien general”
Robert Tornabell (profesor de finanzas)

Pero es que esta moneda tiene tres caras: Problemas de liquidez y problemas de solvencia del sistema financiero español

En el sistema financiero de España existen problemas de liquidez en unos casos y problemas de solvencia en otros.

Las nuevas normas del Banco España quieren obligar a las entidades a provisionar los activos que no están contabilizados como en mora, si forman parte de un balance carente de liquidez (las viviendas hipotecadas que tienen constancia que no se cobraran, están en situación de dudoso cobro). Al ser estos activos carentes de liquidez, los bancos deben de provisionarlo ¿pero hay suficiente dinero para hacerlo? ….este es seguramente el motivo por el cual hay ahora una guerra para captar depósitos, ofreciendo plazos fijos al 4%, con pérdidas de mas de dos puntos, pérdidas que no podrían soportar las cajas si entrasen en esta guerra comercial.

Los bancos medianos y cajas están forzados a buscar el negocio por otras partes, más comisiones por descubierto y mas comisiones en todo lo que pueden , gastos de devolución,  coberturas de tipo de interés abismales….y lo mas grave, cerrando la financiación a quien les supone mas riesgo, las pymes (menos pólizas de crédito que se transforman forzosamente en préstamo o hipotecas, cierre de líneas de descuento de papel) que al final son más cierres y más paro. En cambio, a las grandes empresas endeudadas se las refinancia por aquella máxima de Keynes que reza:

si debes 1.000 tienes un problema, si debes 1.000.000.000 el problema lo tiene el banco

Tal como dice el profesor Tornabell, los parados, los trabajadores, los autónomos del sector privado son los primeros en pagar la improvisación y la falta de medidas que con suficiente anticipación hicieron Holanda, Francia y Alemania entre otros, aprobaron desde septiembre de 2007 acciones y programas para evitar que las filas de los parados crecieran con la caída de la actividad económica.

Esta pasividad del gobierno además de no tener una banca con enfoque industrial no están arrastrando hacia una recuperación mas lenta que los otros países.

Por mucho que se quiera culpar al Gobierno de España de recortar derechos sociales, estas medidas van a ser tomadas por todos los países de nuestra zona por un simple motivo: su superviviencia económica.

Citando a uno de los economistas que más me gusta leer, el señor Nouriel Roubini, en su artículo Regreso al abismo:

Así, los acontecimientos recientes habidos en Grecia, Portugal, Irlanda, Italia y España son simplemente la segunda fase de la reciente crisis financiera mundial. La socialización de las pérdidas privadas y la laxitud fiscal encaminada a estimular las economías en recesión han propiciado una peligrosa acumulación de déficits presupuestarios y deuda públicos. Así, pues, la reciente crisis financiera mundial no ha acabado; al contrario, ha alcanzado una fase nueva y más peligrosa.
De hecho, una definición práctica de una crisis financiera es la de un episodio que obliga a las autoridades a pasar un largo fin de semana intentando desesperadamente anunciar un nuevo plan de rescate para evitar el pánico nacional y mundial antes de que los mercados abran el lunes.

Lo que nos dicen la gran mayoría de economistas con los que coincido, al igual que Roubini, es que primero los gobiernos han rescatado a empresas privadas por el peligro de quiebra del sistema y ahora toca rescatar a los propios gobiernos.

La receta para evitar una catástrofe fiscal y dejar de pagar nuestra deuda (con las indeseables consecuencias para todos los que vivimos en España) es la disciplina fiscal. En pocas palabras, gastar menos y con más acierto. El Gobierno de España, con su plan de reducción de sueldos de los funcionarios y congelación de las pensiones busca exactamente esto: gastar menos.

Para bien o para mal, no creo que haya muchas más opciones a corto plazo. Más que tomar esta medida (y las que probablemente seguirá tomando), se ha visto obligado. Los países fuertes no van a rescatar a los rescatadores a cambio de nada. Alemania y otros estados fuertes, de no exigir medidas de recorte y racionalización de gasto, se verían en la necesidad de ser rescatadas por otros. ¿Y hay otros? No.

Ahora toca racionalizar el gasto público; se ha pedido un sacrificio a funcionarios y pensionistas (a los empleados del sector privado el propio mercado ya nos ha obligado a sacrificar nuestro bienestar) pero se debe dejar de despilfarrar dinero de las arcas públicas. Cada proyecto, decisión de gasto o inversión deberá ser analizado con lupa y confrontar su rentabilidad con los intereses que pagamos por financiarla.

Es decir, si invertimos en infraestructuras con dinero ajeno, de los mercados internacionales, estas infraestructuras deben suponer una rentabilidad económica superior al tipo de interés que pagamos. En caso contrario, no es el momento de invertir en ellas.

En otro post hablaremos de las medidas para aumentar los ingresos del Estado, la otra pata de las finanzas públicas. Este recorte de salarios y congelación de pensiones supondrá una reducción de la demanda de bienes y servicios, que incidirá también en el sector privado. Si u n funcionario deja de gastar 200 euros en comidas y cenas, los bares y restaurantes dejarán de ingresar estos euros. Y su beneficio caerá en la misma cuantía. Esto podría afectar a los empleados que estos establecimientos tiene.

Las medidas del tijeretazo, reitero, no son para salir de la crisis. Son para no desaparecer con ella.

Esta fin de semana tengo que preparar una intervención en un programa de TV y una ponencia para un sindicato. Ambas intervenciones versan sobre las finanzas públicas, la fiscalidad y las medidas que ha anunciado el Gobierno para enfrentar los efectos de esta crisis económica.

Los economistas no nos pondremos de acuerdo jamás, unos por incapacidad analítica, otros por interés partidista o empresarial (quién paga manda, dicen), los demás por su “ideología económica” neoliberal, keynesiana o anarcocapitalista  que les impide expandir sus mentes. Yo simplemente voy a dar mi humilde opinión como modesto comunicador económico.

Este blog no pretende dar recetas mágicas ya que un servido, por desgracia, nada tiene de alquimista financiero; pero si busca tamizar la información y desinformación que recibimos para intentar hacerla digerible. La economía no es ni aburrida ni difícil de entender; los aburridos y malos comunicadores somos los que la explicamos. Y nos guste o no, sin entender los conceptos básicos de la economía no se entiende nada de lo que estamos viviendo. Y no entender no nos libra de sufrir las consecuencias, más bien lo contrario.

Esta crisis es la madre de todas las crisis que hemos vivido y nadie parecía haberse dado cuenta. La anestesia informativa de la que habló Marc Vidal, entre muchos otros, ha tenido éxito. Al menos hasta que se empiezan a tomar decisiones de recorte del gasto público jamás tomadas en España. Y no son medidas para salir de la crisis, son medidas para afrontar la penuria de la crisis.

Uno de los puntos que tal vez no todo el mundo sepa es que nosotros, España, pedimos dinero a los mercados internacionales. Pedimos dinero para pagar nuestros gastos e inversiones. Y estos inversores exigen medidas de saneamiento de nuestro desajuste entre los ingresos y los gastos para financiarnos a un precio determinado. Podemos elegir no hacerles caso, pero entonces nos subirán los intereses para endeudarnos o bien cerrarán el grifo.  ¿Seríamos capaces de sobrevivir a esta cierre financiero internacional? Muchos pensamos que no.

Para entendernos pongamos el ejemplo de una familia; para vivir ingresa 2000 euros al mes; los gastos domésticos, pago de hipoteca y algún pequeño capricho les supone 2500 euros mensuales. Esta familia pide al banco otros 500 euros al mes para no entrar en bancarrota doméstica. Un día el director les llama y les dice: o bien reducen su déficit mensual en 200 o les dejarán de financiar los 500 que cada mes les ingresan a cambio de un interés. Las soluciones son:

  1. Ingresar 200 euros más, con un trabajo de fin de semana, por ejemplo. En lenguaje de un país, sube impuestos o genera más actividad económica (más empresas y más empleo) que a su vez ingresa más dinero al erario público.
  2. O bien gastar 200 euros menos. Esto es lo que ha hecho el Gobierno con sus medidas. El peligro de esta reducción del gasto son sus efectos sobre el resto de la economía. En el ejemplo, el propietario de la librería y la agencia de viajes, por ejemplo, ingresará menos al perder un cliente que no consume en ellos (y se trasmite al resto de la economía mediante el multiplicador).

A modo de breve resumen de las medidas propuestas por el Gobierno para reducir el apartado de gasto público son:

  • Reducir las retribuciones de personal del sector público en un 5% de media a partir de junio de 2010 y congelarlas en 2011. Los miembros del Gobierno y demás altos cargos tendrán una reducción superior.
  • Suspender para 2011 la revalorización de las pensiones, excluyendo las no contributivas y las pensiones mínimas.
  • Eliminar el régimen transitorio para la jubilación parcial previsto en la Ley 40/2007.
  • Eliminar la prestación por nacimiento de 2.500 euros a partir del 1 de enero de 2011 (cheque bebé).
  • Reducir los gastos en farmacia mediante una revisión del precio de los medicamentos excluidos del sistema de precios de referencia, y mediante la adecuación del número de unidades de los envases de los medicamentos a la duración estandarizada de los tratamientos, así como dispensación de medicamentos en unidosis.
  • Suprimir, para los nuevos solicitantes, la retroactividad del pago de prestaciones por dependencia al día de presentación de la solicitud, estableciéndose, paralelamente, un plazo máximo de resolución de 6 meses, cuyo incumplimiento llevará aparejada retroactividad desde esa fecha.
  • Reducir, entre 2010-2011, 600 millones de euros en Ayuda Oficial al Desarrollo.
  • Se prevé una reducción de 6.045 millones de euros entre 2010 y 2011 en la inversión pública estatal.
  • Se prevé un ahorro adicional de 1.200 millones de euros por parte de las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales.

Seguiremos mañana que estoy viendo al Ministro de Fomento en La Noria, toma ya.

El famoso economista Marc Vidal estuvo en Palma invitado por el Instituto de Desarrollo Industrial. A diferencia de otros profesionales mediáticos, me pareció un señor muy majo y asequible. Más joven de lo que uno puede pensar viéndolo por la TV o la blogosfera. Su conferencia tuvo un toque de frescor, desparpajo y, por qué no decirlo, de impertinencia hacia lo establecido (cosa que me encanta en una persona pública).

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Los diferentes métodos de valoración son:

  1. Por comparación.
  2. Coste de reposición.
  3. Método residual.
  4. Actualización de rentas.

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No está claro si es un cambio de tendencia significativo, pero lo que si está claro es que la media mensual del Euribor en este abril que dejamos atrás ha subido hasta situarse en el 1,225 %, 0,01 puntos más que el mes anterior.

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La semana que llega a su fin nos ha permitido colaborar en varias entradas para el blog de Actibva.

Hemos intentado explicar lo que cubre y lo que cuesta un seguro de protección de pagos, tan de moda actualmente; los bancos lo encasquetan a sus clientes, les guste o no, si quieren conseguir la hipoteca o el préstamo personal; solamente los funcionarios se libran del ojo avizor del director de turno:

Seguros de Protección de Pagos: Asegurando el riesgo de impagos

Por otra parte publicamos una breve reseña sobre la obligación de tributar en el IRPF de 2009 por las ayudas del Plan 2000 E, concretamente de los 1000 euros aportados por las Administraciones:

Las subvenciones en el IRPF: Consecuencias para las ayudas a la compra de coches.

Pau A. Monserrat en RTV Mallorca

Vamos a redactar este post en catalán por ser el vídeo que colgamos en este idioma. A nuestros lectores castellano-parlantes les invitamos a traducir el texto si no lo entienden.

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Suficientemente alarmante tener 4.612.700 personas en edad de trabajar que no lo pueden hacer, según los cálculos de la Encuesta de Población Activa.

En porcentaje general en España estamos en un escalofriante 20,05 % de paro.

Y detrás de este porcentaje hay millones de tragedias familiares. La EPA calcula que hay unos 1.298.500 hogares en que ninguno de sus miembros trabaja. ¿Se puede imaginar uno peor escenario hogareño en vísperas del Primero de Mayo?

Uno imaginaría que los sindicatos, valedores de la clase obrera (suena a broma con organizaciones sindicales aburguesadas), mañana se lanzarán a la calle a exigir una política económica que cree empleo. Eso es lo normal, diría yo.

La mía no es, ni mucho menos, la única voz de un economista contra la pasividad de los sindicatos; es una más. Y yo he vivido desde dentro el mundo sindical, nadie me puede tachar de empresario malvado.

Considero que toda sociedad moderna que busque un mínimo de equilibrio social debe tener organizaciones sindicales fuertes, profesionales e independientes. ¿Tenemos este tipo de organizaciones en España?

  1. ¿Qué fuerza tiene los sindicatos? Cada vez menos afiliados, con menos ideología, con una imperceptible representación del colectivo de jóvenes, parados, inmigrantes, autónomos, etc, etc. Cada vez se parecen más a un brazo del Estado en defensa de los funcionarios. Si los líderes sindicales de antaño levantaran la cabeza…
  2. El cuerpo de técnicos en los sindicatos, dado el amiguismo imperante, es muy deficitario. Sin buenos economistas, ¿cómo esperan dar buenas recetas para la economía?
  3. Independencia, de la realidad, tal vez. Por que desde luego de los poderes públicos no. Viven de subvenciones, no de las cuotas de sus afiliados. ¿Se puede ser independiente así?

La última manifestación que recuerdo que montaron era contra los ERE encubiertos. Es decir, toma ya, contra que las empresas aprovecharan la crisis para despedir trabajadores. Seamos coherentes, si hay EREs encubiertos, vayan a la Conselleria de Treball y lo denuncian, qué la calle está para cosas más serias.

Y encima tenemos un Gobierno a lo Krispin Klander, cuyas medidas anticrisis van y vienen en aparente caos del que nadie puede discernir su partitura.

Y las organizaciones empresariales, ¿representan a los verdaderos empresarios que día a día se rompen los cuernos para crear empleo y riqueza o, al menos, mantenerla? No me convencen a mi demasiado, la verdad. Si éstos son los máximos representantes de los gestores de empresas, mejor cerrar el chiringuito.

Más Información | Nota de prensa EPA 1T 2010
Imagen | RinzeWind

La semana que se termina ha sido muy fértil en contenidos para Actibva.

Hemos escrito la segunda parte de nuestra visión de las vías que tiene un particular para solicitar un préstamo y poder salir del registro de impagos (Rai o Asnef). Es posible solicitar un préstamo hipotecario para reunificar deudas con Rai o Asnef, pero jamás un banco va a conceder un préstamo personal para ello.

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