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Hoy he vuelto a poder dar mi opinión sobre el desastre que ha supuesto inyectar más de 70.000 millones (directos, que no tengo en cuenta en este análisis el coste del Banco Malo, avales o activos fiscales diferidos de la banca).
Hemos particularizado en la CAM y la situación de los clientes que invirtieron en cuotas participativas, producto financiero de alto riesgo que se asemeja a las acciones de los bancos privados, pero sin liquidez ni derechos a voto alguno.
Si tenemos en cuenta que los balances de la liquidada Caja de Ahorros del Mediterráneo eran falsos (desde luego, no ajustados a la imagen fiel), la Justicia deberá acabar dando la razón a los cuotapartícipes y declarando al Estado (todos nosotros), responsable civil subsidiario. Y a los responsables de la gestión de la caja, les corresponderá sentarse en el banquillo. Esto en un país democrático, veremos lo que es España.
Algunas pinceladas del esperpento injusto a partir del minuto 01:05:30 del programa Espejo Público.
También os dejo un debate acalorado sobre el rescate en el que he participado en IB3 hoy:

 

Cada día que pasa se hace más evidente que lo comentado en mi libro ‘La banca culpable‘ no es exagerado, sino que se queda corto.
Un  rescate financiero de más de 70.000 millones de euros que se inyectó a entidades no tan solo mal gestionadas, sino presuntamente gestionadas contra el interés público a conciencia.
Como a veces una imagen vale más que mil palabras, os dejo el enlace a mi aparición hoy en Espejo Público (minuto 01:20:55 en adelante) y en las noticias de Antena 3 (minuto 13:25).
Agradezco a Antena 3 el interés mostrado por mis opiniones como CEO de Futur Finances y directo editorial de iAhorro.com.
Os dejo la entrevista que me hicieron en el Late Night de Canal 4 este pasado jueves, en la que opino sobre la crisis económica, las tarjetas Black, mi libro ‘La banca culpable‘ y las medidas económicas de Podemos, además de mi trabajo como director editorial en iAhorro.com
Una entrevistadora habla en catalán y la otra en castellano:
A medida que se acerca 2015, los préstamos hipotecarios empiezan a tener precios atractivos, si bien hay que analizar la letra pequeña y las vinculaciones. En mi opinión, que recoge la revista Actualidad Económica, antes de terminar el año algún banco ofrecerá una hipoteca con un diferencial sobre el Euríbor de 1,5%.
¿Acertaré?

El Confidencial ha realizado un interesante análisis de los productos adicionales que los bancos exigen al cliente para que se les conceda un préstamo hipotecario en condiciones más o menos competitivas. En este artículo he opinado como director editorial de iAhorro. com
Entre otras declaraciones digo:
Lo primero que hay que tener presente (de los seguros de protección de pagos) es que no es obligatorio. “Es el gran olvidado, pero lo ofrecen muchas entidades por si el titular se queda en paro”, señala Pau A. Monserrat. “Es caro y muchas veces se lo colocan a gente que no tiene cobertura. Por ejemplo, no cubre a temporales ni a autónomos. Y además, se lo están vendiendo a funcionarios, que, obviamente no lo necesitan”, subraya.
Os dejo la completa tabla que han hecho analizando la vinculación adicional exigida por los bancos:

Os dejo dos entrevistas que me han hecho últimamente en los dos periódicos en castellano de referencia en las Illes Balears, el Diario de Mallorca y Ultima Hora.

¿Fin de la crisis? depende.

Que el Banco Central Europeo haya rebajado al 0,05% los tipos de interés es una buena noticia para las familias con préstamos hipotecarios a tipo variable, una abrumadora mayoría de las hipotecas firmadas en España.
Para luchar contra el riesgo de deflación que atenaza a la zona euro, síntoma de la desaceleración del crecimiento en Europa, el BCE ha decidido usar una de sus armas de política monetaria más importantes: reducir los tipos de interés a casi 0.
Hay dudas, sin embargo, de que solo usando la política monetaria se resuelvan los problemas de crecimiento, sin tener una política fiscal única en Europa en la que apoyar la consecución de este objetivo.
Los ahorradores se ven perjudicados, al producir unas rentabilidades de los depósitos muy por debajo del 1% (si bien los intereses reales no son tan bajos ya que la inflación en la zona euro se sitúa en el 0,3%). Los endeudados a tipo variable, en cambio, se verán beneficiados.
Nos espera una larga temporada de Euribor por debajo del 0,5%, lo cual garantiza que las cuotas mensuales de los que se han hipotecado no suban.
Os dejo la tertulia económica de cada viernes (parte en castellano y parte en catalán), en esta ocasión con la participación del experto en mercados financieros y buen amigo Luis García Langa, en la que se discute, desde diferentes posiciones, las causas y efectos de la bajada de tipos del banco central:
Aprovechando el útil artículo de Expansion que nos cuenta la situación de la reestructuración de la banca española a día de hoy y mis opiniones en COPE sobre un reciente informe de Moody’s que considera que los bancos españoles en 2014 y 2015 se comportarán mejor que los portugueses e italianos, haremos un breve comentario sobre la salud de la banca patria.
En primer lugar, el enorme coste que supone para el contribuyente presente y futuro las masivas inyecciones de capital para salvar cajas de ahorro y algún pequeño banco de la quiebra se ha hecho a realizado a espaldas del ciudadano, de la forma más opaca posible y sin conocer el coste que habría supuesto liquidarlas de forma ordenada. Por si ello fuera poco, una colocación fraudulenta de productos tóxicos como las obligaciones subordinadas o las participaciones preferentes, lejos de castigarse, se ha premiado con jubilaciones de oro. Y al tenedor de estos productos se le ha obligado a asumir quitas en sus ahorros, sin el debido amparo judicial o arbitral requerido en un país democrático.
La situación de los bancos españoles hoy es la que nos resume el siguiente cuadro confeccionado por Expansión:
Por otro lado os dejo algunas opiniones en COPE de un servidor, en nombre de iAhorro.com, de las mejores previsiones de Moody’s respecto a la banca española, que aparecieron en los informativos del mediodía y en el programa ‘La linterna’ del 20/08/2014:

En todo caso, la situación más o menos real de los bancos europeos la conoceremos a mediados de octubre, cuando el BCE haga público el resultado de los nuevos test de estrés.

Me encantaría poder empezar a escribir sobre la recuperación económica y dejar de utilizar la etiqueta ‘crisis‘ para tantas entradas de este blog.
Es cierto que un economista parece tener más razón si se pone en plan negativo que si, al contrario, comunica esperanza y optimismos. Sin embargo, ser optimista no significa ser un iluso. Yo siempre creo que las cosas mejorarán, pero veo también lo que va mal y los peligros que amenazan cualquier escenario positivo. Un optimista patológico es, sinceramente, una persona que no tiene en cuenta toda la información a su disposición y prefiere tener ilusiones a hacer proyecciones basadas en el sentido común. Este tipo de optimismo no es optimismo, es ignorancia.
Dicho esto, tampoco ser pesimista es síntoma de inteligencia: tan tonto es el iluso como el depresivo (económico).
Podemos perdernos en datos macroeconómicos, en proyecciones del FMI o del Banco de España, o de los mejores analistas y que más aciertan. Pero lo que realmente nos da una información tangible es nuestro día a día y las conclusiones del sentido común formado e informado. La semana pasada debatí con el profesor de la UIB Antonio Alcover y el experto en empresas Miquel Monserrat, en IB3 Ràdio, sobre las palabras de Draghi del BCE que decía que la economía europea enfrenta un crecimiento débil, frágil y desigual. Las diferentes opiniones que tenemos los economistas se refleja claramente en la tertulia:
En una hora volveré a debatir con estos expertos y amigos, charla que incrustaré posteriormente es este artículo de opinión. Sin embargo, ya puedo adelantar algunas de mis opiniones: los peligros para la economía europea se están haciendo reales y el crecimiento de España, pese a salirse de la atonía de sus socios europeos, no va a ser suficiente para crear empleo ni percibo que el crecimiento patrio sea sólido y sano, con lo que no beneficiará al español medio en muchos años. No estamos en un momento en que se cuestione la superveniencia del euro, desde luego, pero tampoco hay muchos economistas que se atrevan a afirmar que Europa ha salido de la crisis económica. Como expliqué en la siguiente presentación, España está saliendo de la crisis si de crecimiento económico hablamos (en el segundo trimestre de este año estamos creciendo al 0,6% del PIB):

Sin embargo, este crecimiento no genera empleo de una forma suficientemente intensa, además de generarse un empleo de sueldos bajos y poca estabilidad laboral. Además nuestros socios acaban de pinchar en sus previsiones de crecimiento:

Alemania e Italia decrecen en términos trimestrales un 0,2% del PIB. Francia se queda estancada y en crecimiento nulo, dejando una media de crecimiento del 0,2% del PIB de todos los países de la UE y del 0% en la Zona euro.

Por otro lado, resulta que España acaba de superar el billón de euros de deuda pública, lo que nos sitúa ya cerca del 100% del PIB en deuda, que acabaremos pagando toso los españoles, diga lo que diga Podemos y su exuberante e irracional auditoria de la deuda. Si este endeudamiento es términos relativos y absolutos es ya de por sí muy preocupante, que no se haya frenado su crecimiento es alarmante:

  • El Estado Central tiene un endeudamiento de 999.909 millones de euros, con un crecimiento anual del 11,27%. Has leído bien, por mucha austeridad y recortes que nos anuncien, el Estado se ha seguido endeudando.
  • Las CC.AA. aún lo hacen peor, con un endeudamiento de 225.740 millones que ha crecido a un ritmo anual del 16,3%.

Toda esta creciente deuda la acabaremos pagando, con los efectos adversos en el crecimiento futuro.

Además tenemos el peligro de la deflación, que al final puede provocar decrecimiento económico si los consumidores postergan decisiones de compra, el endeudamiento privado (que en el caso de las familias hipotecadas podría ser una fuente de turbulencias cuando los tipos de interés vuelvan a subir), la no tan buena salud de las entidades financieras (el último escándalo el BES portugués) o la inestabilidad geopolítica (Ucrania, Gaza, Irak…).

¿Estamos ante el fin de la crisis económica en Europa?

Lo debatiré en breve con mis colegas, pero ya os adelanto mi opinión: me temo que no.

Vivimos en un país con una democracia de bajo nivel, como se encargan de explicar de forma precisa y contundente los autores del reciente libro ¿Hay derecho?, más que recomendable. Ello implica que los Jueces son la última trinchera del Estado de Derecho, como están demostrando día a día algunos profesionales valientes y justos de la judicatura.

Los bancos, los que yo conozco al menos, siguen sin enterarse que el mundo ha cambiado y que los ciudadanos, clientes y votantes no vamos a aceptar nunca más su juego sucio. Sus abogados siguen utilizando de forma agresiva la ley hipotecaria y resto de normativa aplicable a los productos financieros, en su provecho y sin mostrar la más mínima sensibilidad por sus clientes (a los que tratan como apestados).Se plantearon las siguientes cuestiones prejudiciales ante el Tribunal de Justicia:

¿Se opone al artículo 7.1 de la Directiva 93/13/CEE1 , que impone a los Estados miembros la obligación de velar por que en interés de los consumidores existan medios adecuados y eficaces para que cese el uso de las cláusulas abusivas en los contratos celebrados entre profesionales y consumidores, una norma procesal que, como el art. 695.4 de la Ley de Enjuiciamiento Civil española, al regular el recurso contra la resolución que decide la oposición a la ejecución sobre bienes hipotecados o pignorados, sólo permite recurrir en apelación el auto que acuerde el sobreseimiento del proceso o la inaplicación de una cláusula abusiva y excluye el recurso en los demás casos, lo que tiene la consecuencia inmediata de que, mientras puede apelar el ejecutante cuando se estima la oposición del ejecutado y se acuerda la terminación del proceso o la no aplicación de una cláusula abusiva no puede recurrir el ejecutado consumidor en el caso de que se rechace su oposición?

En el ámbito de aplicación de la normativa de la Unión Europea sobre protección de los consumidores contenida en la Directiva 93/13/CEE, ¿es compatible con el principio del derecho a la tutela judicial efectiva y a un juicio equitativo y en igualdad de armas que proclama el artículo 47 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea una disposición del derecho nacional como el artículo 695.4 de la Ley de Enjuiciamiento Civil española que, al regular el recurso de apelación contra la resolución que decide la oposición a la ejecución sobre bienes hipotecados o pignorados, sólo permite recurrir en apelación el auto que acuerde el sobreseimiento del proceso o la inaplicación de una cláusula abusiva y excluye el recurso en los demás casos, lo que tiene la consecuencia inmediata de que, mientras puede apelar el ejecutante cuando se estima la oposición del ejecutado y se acuerda la terminación del proceso o la no aplicación de una cláusula abusiva no puede apelar el ejecutado en el caso de que se rechace su oposición?

Por suerte el Tribunal de Justicia de Europa ha vuelto a estimar que nuestro sistema de ejecución hipotecaria no se ajusta a la normativa, ni con la mediocre Ley 1/2013, y se va a tener que volver a modificar, en base a lo que dicta el Tribunal de Justicia:

El artículo 7, apartado 1, de la Directiva 93/13/CEE del Consejo, de 5 de abril de 1993, sobre las cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores, en relación con el artículo 47 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, debe interpretase en el sentido de que se opone a un sistema de procedimientos de ejecución, como el controvertido en el litigio principal (la ejecución hipotecaria española vigente), que establece que el procedimiento de ejecución hipotecaria no podrá ser suspendido por el juez que conozca del proceso declarativo, juez que, en su resolución final, podrá acordar a lo sumo una indemnización que compense el perjuicio sufrido por el consumidor, en la media en que éste, en su condición de deudor ejecutado, no puede recurrir en apelación contra la resolución mediante la que se desestime su oposición a la ejecución, mientras que el profesional, acreedor ejecutante, sí puede interponer recurso de apelación contra la resolución que acuerde el sobreseimiento de la ejecución o declare la inaplicación de una cláusula abusiva.”

Lo que he escrito en mi libro La banca culpable es solo la punta del iceberg de un sistema bancario que está podrido por dentro y que, a la fuerza, deberemos cambiar.
De este tema y otros relacionados con la economía he hemos discutido en la tertulia del viernes de IB3 Ràdio, que os invito a escuchar (la mayor parte está en castellano):