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No era un secreto que Goldman Sachs, al igual que gran parte del sistema financiero mundial, estaba virando de ser un agente económico útil que transforma el ahorro de los ciudadanos, empresas y sector público en inversión y consumo rentables para la economía, a una máquina de generar riqueza para el banco.
Ya en Salvados critiqué este cambio de hacer negocios de la banca, dejando en último lugar al cliente y sus necesidades. Ahora un directivo de Goldman Sachs hace lo propio con esta entidad de 143 años de antigüedad, en The New York Times.
El siguiente vídeo me ha encantado, por su claridad de mensaje, porque Cesar Millan es una persona a la que admiro y por lo que significa.
Haciendo click en la imagen accederéis al contenido multimedia, en inglés, si bien es fácil de entender si tenéis unas nociones básicas.
Hoy a las 22:00h estoy invitado a asistir al programa de Telecinco “El Gran Debate“, presentado por Jordi González y Sandra Barneda. Se trata un tema de rabiosa actualidad: ¿en qué ha quedado el supuesto derecho a una vivienda digna consagrado en la Constitución?
Muchos pequeños ahorradores que poco o nada conocían la letra pequeña de las participaciones preferentes han descubierto con asombro que son un producto complejo que poco o nada tiene que ver con un depósito a plazo fijo y que su vencimiento es eterno, o perpetuo si se quiere.
Varias son las entidades que se han decidido a ofrecer una “solución” a los ahorradores, mediante la oferta de canje de las participaciones preferentes por bonos convertibles o deuda subordinada a largo plazo.
En Euribor Blog esta semana he opinado sobre las consecuencias de la creciente (y a mi modo de ver sistémica) incertidumbre económica en el marco laboral del futuro.
El paradigma de un patrón que dirige a los obreros a cambio de un sueldo se está desmoronando, a mi modo de ver. La razón básica es que el empresario ya no puede garantizar a sus empleados un trabajo indefinido de por vida; cada vez más empresas cierran sin haber cumplido las décadas necesarias para que sus empleados se hayan jubilado en ellas, además de que el sistema productivo ha dejado de proporcionar al trabajador una estabilidad en la misma empresa durante toda su vida laboral. A los jóvenes se les ofrece contratos precarios (si se les ofrece algo) y a los que sobrepasan los 40 se les condena al ostracismo.
Todo parece malo para el trabajador por cuenta ajena en el futuro laboral que estoy desgranando; sin embargo las empresa no se van a salvar de las consecuencias de no poder o querer ofrecer estabilidad a su fuerza laboral. Los obreros que quieran un futuro mínimamente próspero van a tener que cambiar de mentalidad, pasando de verse como obreros a ser profesionales casi independientes; si nuestra empresa no nos garantiza un trabajo estable, tendremos que formarnos y prepararnos para poder trabajar inmediatamente en otra empresa.
Ello conllevará una constante formación y un contacto constante con el resto de empresas y proyectos, por si hay que cambiar de empleo; menos fidelidad a una empresa y mayores sueldos exigiremos (para compensar la inestabilidad y ahorrar para los periodos de desempleo). Y menos sometimiento a las directrices de la empresa, si no nos proporcionan carreras interesantes que aumenten nuestra empleabilidad.
Las grandes empresas querrían empleados hiperproductivos, con bajos sueldos y disponibilidad absoluta, fáciles de despedir si dejan de resultar beneficiosos para la cuenta de resultado. Sin embargo, el profesional de su propio trabajo, con la ayuda de las nuevas tecnologías a su alcance, puede que sea capaz de cambiar las tornas.
Desde luego, lo que sí recomiendo a cualquier persona es que se forme constantemente, en varias áreas diferentes y esté en constante comunicación con el resto de profesionales y empresarios del sector. Si la empresa no nos garantiza estabilidad, que pague por ello (en sueldo, formación y contactos).
La guerra ha empezado; preparaos para la victoria. Y Feliz Navidad!
El ciudadano medio tiene miedo, a perder sus ahorros si España es expulsada del Euro, a no poder sacar su dinero de los bancos si hay un corralito similar al que sufrió Argentina; los medios de comunicación no ayudan a atenuar el miedo.
- Abrir una cuenta en dólares en España, o en otra divisa como el franco suizo.
- Abrir una cuenta en euros en Alemania o una cuenta en otra divisa en bancos extranjeros.
- Comprar oro.
- Invertir en acciones de empresas extranjeras.
- Comprar participaciones en fondos de inversión que inviertan en empresas mineras o ETFs que repliquen el oro de gestoras extranjeras, por ejemplo (esto es muy sencillo, hay brokers de bancos que nos lo permiten sin más trámites).
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