Aprovechando que este martes 25 de febrero a las 12:00 me toca hablar del marco económico en el que nos tocará operar en el 2014, junto a amigos como Luis García Langa, Carlos López Enseñat o Juan Antonio Tormo, evento en el salón de actos de la Torre Asima (al lado de la Torre) en el Polígono de Son Castelló de Palma, compartiré con todos algunas informaciones sobre la cuestión. Si os interesa asistir al acto, sin coste, mandad un email con vuestros datos de contacto a info(arroba)futurfinances.comEntre las empresas que patrocinan el evento, está el portal de ahorro de referencia en el que tengo la suerte de trabajar como director editorial, iAhorro.com

Estamos muy acostumbrados a que en los medios de comunicación aparezcan previsiones de lo que va a crecer la economía española (PIB) o el empleo (paro registrado en la Seguridad Social y EPA). Tan usual es que las predicciones sean diferentes según el interés del que las hace, como que muchas no acierten ni una.

Los economistas no somos videntes

El primer punto que siempre dejo claro es que por muy economista que uno sea, por muchos datos que analice y herramientas y modelos econométricos use, adivinar, no adivina. Puede acertar más o menos, pero hay un factor de imprevisibilidad que solo los ilusos o tendenciosos esconden.
Ser economista no implica calcular muy rápido (eso lo hacen las calculadoras), ni ganar mucho dinero (por desgracia de algunos entre los que me encuentro), ni, mucho menos, ver el futuro. Significa utilizar el método científico para analizar temas relacionados con la gestión, distribución y creación de recursos, entre otras cosas.Dado que no tenemos el poder de ver el futuro, los estudios que realizamos para preverlo fallan; sin embargo, si están bien hechos y con independencia, nos ayudan a ver la tendencia futura, que es muy importante para tomar decisiones personales y empresariales.

Dar en la diana

Dado que conocer las predicciones ayuda pero siempre fallan, hay que tener alguna herramienta para saber qué instituciones aciertan más y cuales menos. Una excelente iniciativa es la Diana económica de ESADE, instrumento que os recomiendo usar para tener una idea de quién acierta más y menos.

La diana económica que calcula el acierto en la predicción del PIB en otoño para 2011-2013, indica que The Economist se sitúa en el primer puesto por haber hecho la mejor predicción durante dos años consecutivos. CEPREDE y los servicios de estudios del BBVA y BSCH se mantienen entre los mejores, liderando la capacidad predictiva de los últimos tres años.

CEPREDE, ICAE, ESADE, IEE y The Economist acertaron exactamente en su predicción del PIB de 2013: una caída del 1,2% del PIB. El Banco de España fue el peor adivino, si bien hay que decir que sus previsiones fueron enero, mucho antes que la del resto de entidades tomadas en el análisis.

Y la diana del paro (en base a la EPA), indica que las mejores predicciones para el plazo de 2011-2013 fueron las de AFI, el CEPREDE, Bankia y I. Flores de Lemus.

BBVA, Catalunya Caixa e ICAE acertaron el 26% de paro en 2013.

Recientemente el portal Kelisto ha publicado un artículo en el que estudia el posible número de hipotecas underwater o hipotecas burbuja.
Básicamente, una hipoteca burbuja sería un préstamo hipotecario cuya deuda pendiente supera el valor de mercado de la garantía real, el bien inmueble. Los adalides de los bancos, nos decían que de generalizar la dación en pago, las familias y empresas con hipotecas underwater las darían al banco a cambio de que les anularan la deuda. Esta afirmación tiene una base cierta y otra engañosa, para defender los intereses de la banca:
  • Es cierto que hay un claro incentivo para dar la casa al banco, si ésta vale menos que nuestra deuda pendiente.
  • Sin embargo, dudo que muchas familias con hogares consolidados, cuya finalidad es básicamente de uso y disfrute, lo hicieran. ¿Acaso no necesitarían otra casa? ¿Los bancos les concederían otro préstamo hipotecario, en las mismas condiciones que el anterior y con los mismos requisitos? ¿El haber dado su vivienda en dación en pago, no supondría un estigma para los bancos, a la hora de concederles de nuevo financiación?
La mejor hipoteca del mercado en estos momentos, de Bankinter a Euribor +1,95%, tiene incluida la dación en pago en sus escrituras. ¿No es curioso que no sea mucho más cara que sus competidores?
Personalmente nunca he defendido, de todos modos, la dación en pago generalizada. Lo que creo necesario es introducirla como una medida en manos del juez o arbitro, junto a otras como las quitas, carencias, reducciones de tipo de interés o ampliaciones de plazos, dentro de un procedimiento especial de concurso de acreedores de personas físicas.

Estudio del valor de viviendas e hipotecas

Kelsito.es aporta esta interesante imagen del estudio:

Según sus datos, hay más de 581.000 inmuebles cuya deuda pendiente supera su valor. Comentan que “Actualmente, uno de cada 10 hipotecados en España está atrapado en una vivienda que vale menos que el préstamo que le queda por pagar (9,5%), una tasa que se elevará hasta el 10,7% en 2014 y el 11,3% en 2015“.

Un ejemplo

Nos dice el informe que el precio medio de la vivienda de los máximos de 2007 a 2013 ha caído un 38,5%, pasando de 245.313 a 150.787 euros.

Supongamos que contratamos un préstamo hipotecario por el 100% del precio de la vivienda, práctica muy habitual en el 2007 (y hasta el 100% más gastos en muchos casos). La vivienda estaba valorada en 245.000 euros, lo que supone haber solicitado un préstamo de unos 245.000 euros.

Tomemos una hipoteca a 30 años a euribor + 1, contratada el 1 de enero de 2007. Utilizando el simulador del Banco de España y los valores del euribor en diciembre de 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012 (referencia para calcular la cuota durante todo el 2013), nos resulta que la deuda pendiente pasa de 245.000 euros a:

  • Deuda pendiente a final de 2007: 241.333 euros.
  • Deuda pendiente a final de 2008: 238.026 euros.
  • Deuda pendiente a final de 2009: 233.646 euros.
  • Deuda pendiente a final de 2010: 227.274 euros.
  • Deuda pendiente a final de 2011: 221.005 euros.
  • Deuda pendiente a final de 2012: 214.976 euros.
  • Deuda pendiente a final de 2013: 207.514 euros.

Por tanto, de inicio de 2007 a finales de 2013, hemos amortizado 33.819 euros, siendo el resto de pagos a cuenta de los intereses.

Nuestra vivienda, por otra parte, ha pasado de valer 245.000 euros a 150.675 euros.

Por tanto, debemos 56.839 euros más al banco de lo que vale nuestra casa (si la podemos vender). Con una dación en pago, dejaríamos de estar perdiendo 56.389 euros más los intereses que pagaremos hasta el final de la hipoteca. Eso sí, todo dependería que que pudiéramos comprar otra vivienda rebajada al mismo nivel y con una hipoteca de las mismas condiciones, lo cual es mucho suponer.

Un ejercicio teórico que de nada sirve al hipotecado, dado que ni puede dar su vivienda en dación ni podría volver a endeudarse para comprar otra. Pero para una cosa sí sirve el estudio:

Para que nos demos cuenta que las casas no siempre suben de valor ni son un valor seguro. La contratación de un préstamo hipotecario es una decisión financiera crucial y muy arriesgada (comprometemos todo nuestro patrimonio presente y futuro), y además arriesgamos con el valor del activo que compramos, que puede perder precio de mercado.

Os dejo enlazada la guía hipotecaria 2014 editada por iAhorro, que he dirigido. Es, sin duda, la información mínima que cualquier familia debe tener antes de plantearse solicitar financiación. Avisados estáis.

En la tertulia de economía de hoy en ‘El Faristol’ de IB3 Ràdio hemos discutido sobre dos temas muy relacionados con lo que acabará siendo el sector bancario del futuro:

Un Google Bank o Apple Bank, que opere como entidad financiera. De ello hemos hablado en iAhorro con Rodrigo García de la Cruz.
Los Bitcoins o moneda digital privada, especulación suicida o inversión de futuro, nadie lo sabe a ciencia cierta. De la naturaleza de esta moneda privada he escrito en el Blog de Euribor.
Nuestros políticos son una caja de sorpresas en cuanto a declaraciones absurdas, erróneas, mal intencionadas, tendenciosas o, simplemente, huecas.
Nuestro presidente Mariano Rajoy nos deleita con la última de las ocurrencias informativas en materia económica, en The Wall Street Journal, comentando que “Spain is out of recession but not out of the crisis“. Y se queda tan pancho.
Se han puesto todos de acuerdo para inyectar optimismo a la ciudadanía, desde la CEOE al BBVA. El problema es que si el optimismo es falso, crea un efecto rebote mucho peor.
Saldremos de la crisis, sí. Pero nadie sabe cuándo. Y faltan muchas medidas en la buena dirección, sobrando las palabras vacías.
Os invito a ver esta noticia en RT, canal de TV online que ha recogido algunas de mis opiniones sobre el tema:
El equipo del Servicio de Estudios del BBVA estoy seguro que es muy bueno y formado por grandes economistas y demás profesionales del ramo de la predicción económica. Además no me caen del todo mal, los de  este banco. Al menos mantienen iniciativas online muy interesantes, como Actibva (en la que he participado).
Dicho esto, siempre dudo de los datos de previsión de crecimiento que emiten los bancos, sobretodo si son optimistas. En un año veremos si han acertado y cerramos el 2014 con un crecimiento del 0,9% del PIB, el más alto previsto hasta el momento. Los medios recogen algunos datos del estudio que precisamente no son muy halagüeños: un paro del 26,2% para este 2013 y un desempleo del 25,4% para el 2014.
Francamente, con el enorme esfuerzo de desapalancamiento privado que han de afrontar aún las familias y empresas (pagar las deudas), aumento de los impuestos y tasas (menos renta disponible), sueldos cada vez más bajos y precarios (y la reforma laboral que sigue sin incidir en otras cuestiones que no sean empobrecer al trabajador), y encima admitiendo que el más optimista del momento, el BBVA, acepta un paro del 25,4% para cerrar el 2014, no me parece que podamos hablar de salida de la crisis el año que viene. No para la clase media, no.
Sí claro, saldremos de la crisis, porque lo diga el BBVA.
Os dejo la tertulia de economía, parte en catalán y parte en castellano, de esta mañana en IB3 Ràdio, en la que tratamos esta cuestión.

Pregunta que todo economista que se precie ha recibido en algún momento, en cualquiera de sus formatos posibles: ¿Queda mucho para que se acabe la crisis? ¿Saldremos pronto de la crisis? ¿Cuándo comenzara España a crecer y generar empleo? y un largo etcétera de dudas relacionadas con la situación económica que nos ha tocado vivir.

No creo que ningún economista de los que se encuentran por la calle, como un servidor, tenga ni idea de la fecha en la que la economía patria empezará a crecer con la suficiente intensidad para volver a generar empleos. Es más, incluso si se generan empleos, me temo que serán temporales o como autónomos dependientes y falsos autónomos, en muchos casos. No se si a este tipo de crecimiento se le puede denominar “salir de la crisis” o más bien “normalizar la crisis”.
En la tertulia de economía de IB3 Ràdio que cuelgo al final, en la que suelo participar, hemos comentado esta pregunta y, algunos, se han atrevido a responder (en catalán y en castellano). Mis “amigos” de la CEOE dicen que se empezará a generar empleo a partir de la segunda mitad del año 2014. Si acertaran, cosa que no suelen hacer (ni ellos ni el FMI ni casi ningún organismo “oficial”), estamos hablando de una generación de empleo tímida y, sin duda, precaria.
Tendré que leerme el informe completo (no, no lo haré, no aciertan), porque los datos hechos públicos no me cuadran. Se dice que en el 2013 decreceremos en un -1,2% del PIB y, en el 2014, creceremos un máximo de el 0,8%. Para después añadir el representante de los grandes empresarios que la situación actual permite a la CEOE ser “moderadamente optimista” de cara a los próximos trimestres, porque además la reforma laboral permitirá a la economía crear empleo cuando crezca al 1% o 1,2%.
Vamos a ver, si crecemos en el 2014 por debajo del 1%, ¿Cómo nos explican que crearemos empleo?
La crisis no acabará hasta que la banca esté en funcionamiento, y de momento no hay síntomas de ello, por desgracia.
Al igual que me decían mis monitores en las excursiones, cuando preguntaba cuánto faltaba por llegar al destino, los expertos contestan en relación a la fecha de salida de la crisis: “Queda menos“.
En este blog he repetido bastantes veces que sin cultura financiera, sin formación sobre productos financieros, el cliente de un banco está indefenso ante las estrategias comerciales poco orientadas a las necesidades del cliente. Y, por desgracia, hay pocas estrategias comerciales de bancos que estén orientadas a satisfacer las necesidades del cliente.
Introducir la formación financiera en el sistema educativo es la clave para evitar repetir los errores que nos han traído a esta crisis; miles de familias que pierden su hogar por haber solicitado préstamos hipotecarios a tipo variable sin conocer en profundidad el producto, preferentistas a los que se les provoca pérdidas de más del 70% (caso Bankia) y un largo etcétera de despropósitos provocados por:
  1. Una carencia total de conocimiento en finanzas personales de la población.
  2. La creencia de que el director de vida era un  asesor, cuando actúa como un vendedor.
  3. La falta de ética de los directivos de banca que decidieron colocar productos inadecuados en sucursal.
De este tipo de cosas se habla en el artículo de Finanzas.com “Mejorar la educación financiera de los españoles”, en el que opino sobre algunos aspectos relacionados como:
Preguntado por si este tipo de educación correría el riesgo de ser politizada, Monserrat opina que “no hay peligro en absoluto de que se enseñe de forma torticera”: “Tenemos unos profesores excepcionales que saben cuál es su trabajo: inspirar, motivar y enseñar a sus alumnos. La economía no es una religión, es una disciplina que sigue el método científico. Y el método científico no entiende de ideologías. Son los malos o interesados economistas los que mezclan conceptos económicos con conceptos ideológicos”.
Una nueva estrategia de la casta política que nos ha tocado sufrir para no hacer lo que tienen que hacer, que es legislar para el bien de los ciudadanos, es culpabilizar a los afectados por las hipotecas, a las víctimas  en definitiva.
Está claro que hay que defender siempre que las manifestaciones sean pacíficas, que la indignación se canalice de forma serena e inteligente. Sin embargo,  no me extraña que los cientos de miles de personas desahuciados sin piedad quieran que su voz se oiga clara y fuerte. Y los políticos, nuestros servidores públicos, han de escuchar al pueblo, no a los banqueros. Y si les gritan demasiado, que procuren entender lo que les vociferan. Que el que grita es el que decide con su voto. Tomen nota, por el bien de todos.
Del drama de los desahucios, de las participaciones preferentes, de la austeridad en España (y de los 150.000 millones de euros que Daniel Lacalle dice que podemos ahorrarnos recortando en políticos y administraciones), del turismo en Baleares y de la imputación hoy de la Infanta Cristina, hemos hablado hoy en la tertulia de Es Radio Mallorca, en catalán:

Visitando el excelente blog RDMF (Revista de Derecho del Mercado Financiero), gestionado por Zunzunegui Abogados, me he topado con una referencia al informe “Crisis económica y deudores hipotecarios: actuaciones y propuestas del Defensor del Pueblo” (descargar en PDF) que vale la pena comentar.

Reza el informe:
La respuesta debe ser prudente pues la protección del hipotecado puede afectar al mercado del crédito y limitar el ejercicio de derechos constitucionales como la libertad de empresa o las bases de nuestro Derecho contractual, en particular si supone una limitación al principio de responsabilidad patrimonial universal (artículo 1911 del Código Civil).
Sin embargo, hay que partir del hecho de que nos encontramos ante situaciones excepcionales que merecen respuestas excepcionales, aunque sea con carácter temporal hasta que remonte la coyuntura económica.

 

Empezamos mal, si suponemos que las medidas de reforma del sistema hipotecario han de ser temporales y excepcionales. Muy al contrario, entiendo que han de ser estructurales y profundas, para equilibrar el poder entre acreedor y deudor hipotecario, en materia de vivienda habitual. No se trata de  desmontar el sistema, pero hay numerosos puntos de mejora que no han de ser aplicados de forma temporal, sino de forma definitiva. Entre otras:
  1. Limitar los intereses de demora.
  2. Ampliar el porcentaje del 60% por el que una entidad financiera puede adjudicarse el bien inmueble en subastas desiertas.
  3. Modificar el procedimiento de ejecución hipotecaria para que el Juez pueda paralizarlo si detecta cláusulas abusivas o vicios de la voluntad, entre otras anomalías.
  4. Modificar la Ley Concursal para que sirva a las familias hipotecadas de mecanismo de reconducción de su situación.
Reformas profundas y no temporales.
Interesante reflexión la siguiente:
La crisis es un supuesto de caso fortuito, que podía haber sido evitado por el profesional del crédito, aunque la industria bancaria lo niegue, pero que en cualquier caso puede ser una causa de exoneración de la responsabilidad del deudor consumidor de buena fe por caso fortuito. El supuesto de caso fortuito para el deudor consumidor de buena fe lo liberaría de su responsabilidad según el Código Civil. Sin embargo, para evitar un enriquecimiento injusto hay que considerar que para liberarse de la deuda debe entregar la vivienda a su acreedor.
Como hemos mantenido siempre, el banco tiene mucha mayor responsabilidad que el cliente, al tener el deber de diligencia de un bonus argentarius.
En cuanto al asesoramiento en sucursal, nos dice el informe:
Cuestión distinta es si las entidades bancarias deben prestar el servicio de asesorar al cliente seleccionando en el mercado el producto más adecuado a su perfil. Dicho servicio va más allá del asesoramiento técnico sobre el contenido y los riesgos de la operación. Para prestar el servicio autónomo de asesoramiento financiero, los intermediarios deben realizar un estudio de las ofertas disponibles en el mercado de modo que puedan recomendar aquellas que más se adecuen a las necesidades, la situación financiera y las circunstancias personales del consumidor. Según la propuesta de directiva comunitaria sobre préstamo hipotecario, dicho servicio sólo podrá comercializarse como asesoramiento cuando se informe al consumidor de que se está prestando ese servicio adicional y se le informe de forma transparente de la remuneración que se cobra por dicho servicio. Esta es la solución recogida en el artículo 10 de la Orden EHA/2899/2011, que exige suscribir un contrato y la obligación de actuar en el mejor interés del cliente.”

Resumen de las medidas propuestas

El Defensor del Pueblo propone:
  1. Reforzar la independencia del Servicio de Reclamaciones del Banco de España.
  2. Mejorar la transparencia en materia hipotecaria.
  3. Hacer efectivo el asesoramiento técnico, tanto por parte de las entidades financieras, que tienen la obligación profesional de informar del contenido técnico de los productos y servicios financieros a los clientes antes de su contratación, como por los notarios, quienes tienen encargada la transmisión al cliente de la información financiera de forma comprensible (no solo la lectura en voz alta).
  4. Desarrollar la obligación de concesión responsable de crédito. La obligación de conocer la solvencia del cliente está prevista de forma general en la Ley de Economía Sostenible, y en particular en la Ley del Crédito al Consumo y la Orden 2899/2011, de 18 de octubre, que desarrolla el contenido de la Ley de Economía sostenible, pero no establece las consecuencias para las entidades de crédito cuando incumplen sus obligaciones al respecto.
  5. El establecimiento de restricciones a la práctica generalizada de las entidades bancarias de imponer la contratación de los seguros de protección de préstamos.
  6. Intensificar la independencia de las sociedades de tasación.
  7. Intento de acuerdo previo como requisito de procedibilidad en las ejecuciones hipotecarias. En muchas ocasiones los particulares se quejan de la inflexibilidad de la banca para negociar los pagos de la deuda, ya que hay personas que tienen patrimonio pero falta de liquidez, por ello sería deseable que antes de acudir al procedimiento judicial elegido se establezca la obligación de intento de conciliación previa al igual que existe en otros procesos judiciales.
  8. Regular de forma adecuada al momento social la regulación de las hipotecas que afectan a la vivienda habitual y al local de negocio donde se ejerce la actividad que constituye el medio de vida de los particulares, del resto de su patrimonio,
  9. separando el régimen jurídico de estos, cuando se dan en garantía del cumplimiento de un crédito hipotecario.
  10. Regulación de un procedimiento específico para la insolvencia de las personas físicas, ya sea procesal o extraprocesal, toda vez que la Ley Concursal vigente no ofrece una respuesta adecuada al problema de su endeudamiento, pudiendo quedar liberado de sus deudas tras el concurso al igual que sucede con las empresas.
  11. Mejorar el sistema de subastas recogido en la Ley de Enjuiciamiento Civil, que ha sido muy criticado por su falta de eficacia, aunque ante una situación como la presente, en que los bienes se tasaron de forma exagerada y existe un sobreendeudamiento sobrevenido, como consecuencia del crédito irresponsable y de la crisis económica, ésta no es la solución. La mejora en la publicidad de las subastas y el fomento de las iniciativas de subastas por Internet pueden ayudar a una mayor concurrencia y la obtención de un precio más alto.
  12. La adopción de medidas extraordinarias, que con el fin de evitar situaciones de exclusión social, permitan a los deudores de buena fe, que han perdido su vivienda o local de negocio donde ejercen su actividad económica, continuar utilizando los mismos mediante un precio asumible, buscando su recuperación económica e integración social. O se busque cualquier otro tipo de fórmula jurídica (arrendamiento forzoso, leasing, derecho de habitación, retroventa, etc.) que garantice a los, deudores el derecho a una vida digna.
  13. Limitación de intereses moratorios. Con el fin de evitar la usura, los intereses de demora deben quedar limitados a dos veces el interés legal del dinero según criterio jurisprudencial.
  14. Acuerdo político asumido por el sector bancario, a través de organismos representativos, como la Asociación Española de Bancos y la Confederación Española de Cajas de Ahorro, incluyendo una moratoria en el pago de las hipotecas y flexibilización de cuotas, así como la posibilidad del establecimiento de un sistema de pago con carencia de amortización de capital haciendo la cuota asumible.
  15. Aprobación por parte de las entidades de crédito de un reglamento interno de comercialización y ejecución de préstamos hipotecarios, según un modelo de código de conducta aprobado por el Gobierno.
  16. La Guía de acceso al préstamo hipotecario, que debe elaborar el Banco de España, también debería recoger las buenas prácticas en materia de ejecución hipotecaria.
  17. Establecimiento de un plan de pagos en los casos de concesión irresponsable del préstamo por parte de las entidades de crédito. El Banco de España, a través de su Servicio de Reclamaciones, tiene la autoridad y dotación adecuada para resolver sobre aquellos casos en que haya existido una incorrecta aplicación de las normas de conducta o de protección de los consumidores. En estos casos de concesión irresponsable de crédito, la entidad concedente del mismo debe verse obligada a pactar un plan de pago por parte del cliente y en su defecto aceptar la dación en pago.
  18. Resolver el problema de los productos de permuta financiera de acuerdo con los pronunciamientos judiciales, que están anulando los mismos ante la falta de consentimiento e información en su contratación.
Son recomendaciones que van en la buena dirección, si bien hay más medidas a aplicar si queremos un sistema hipotecario moderno. En todo caso, a las alturas de la crisis que estamos, es patético que apenas se hayan aplicado este tipo de medidas y, si la presión social no lo evita, que no acabemos viendo nunca esta modernización más que necesaria del sector hipotecario en España.
PP y PSOE ahora nos dicen que este lunes se montará un grupo de seis miembros de ambos partidos con el fin de diseñar los detalles de la normativa de ejecución hipotecaria.
Coincido plenamente con lo que dice FACUA, en el sentido de que “resultaría inconcebible que las dos formaciones políticas que han permitido hasta este momento la creación de la burbuja inmobiliaria, la ejecución de 350.000 desahucios y los innumerables fraudes hipotecarios pretendan diseñar ahora esta ley sin contar con el resto de fuerzas políticas y organizaciones ciudadanas“.
Un sistema que permite que una entidad financiera pueda ejecutar la hipoteca de una familia que se hipotecó con buena fe para adquirir su único hogar, sin que los ejecutados pueda alegar nada en el proceso salvo pagar el total de la deuda más intereses y costas, arrojando la vivienda a una subasta que es todo menos competitiva, para que el banco o caja (que en muchas ocasiones dejó el dinero sin los mínimos criterios de riesgo que hay que exigir a un bonus argentarius) se pueda adjudicar la casa al 60%, es como mínimo cuestionable.
Las soluciones al drama económico y social de los desahucios son muchas, sencilla de aplicar y conocidas por los diferentes Gobiernos de turno, lo que no han querido o podido por la connivencia con el poder bancario. La hora de los timoratos ha terminado, demasiados arruinados y muertos por un tema que tiene solución.
Ha tenido que ser la abogada general del Tribunal de Justicia de la UE (TUE), Juliane Kokott, que respondiendo a una cuestión presentada por el juzgado mercantil de Barcelona (ver en PDF), que debe dirimir una denuncia presentada por un ciudadano contra CatalunyaCaixa, nos diga bien claro que la normativa española no se ajusta al derecho comunitario, en relación a que “No constituye una protección efectiva contra las cláusulas abusivas del contrato el que el consumidor, a raíz de dichas cláusulas, deba soportar indefenso la ejecución de la hipoteca con la consiguiente subasta forzosa de su vivienda, la pérdida de la propiedad que la acompaña y el desalojo, y que sólo con posterioridad esté legitimado para ejercitar la acción de daños y perjuicios“, en base a la Directiva 93/13 del Consejo de lasa Comunidades Europeas.
La hora de mirar hacia otra parte ha terminado: hay que cambiar ya el proceso de ejecución hipotecaria para proteger debidamente al deudor hipotecario de buena fe que adquiere una vivienda habitual.
De todo ello hemos hablado en “El Faristol”, que además han tenido la deferencia de mencionar a mi querido padre, Antoni Monserrat i Moll, que en paz descanse.