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Nuestros políticos son una caja de sorpresas en cuanto a declaraciones absurdas, erróneas, mal intencionadas, tendenciosas o, simplemente, huecas.
Nuestro presidente Mariano Rajoy nos deleita con la última de las ocurrencias informativas en materia económica, en The Wall Street Journal, comentando que “Spain is out of recession but not out of the crisis“. Y se queda tan pancho.
Se han puesto todos de acuerdo para inyectar optimismo a la ciudadanía, desde la CEOE al BBVA. El problema es que si el optimismo es falso, crea un efecto rebote mucho peor.
Saldremos de la crisis, sí. Pero nadie sabe cuándo. Y faltan muchas medidas en la buena dirección, sobrando las palabras vacías.
Os invito a ver esta noticia en RT, canal de TV online que ha recogido algunas de mis opiniones sobre el tema:
El equipo del Servicio de Estudios del BBVA estoy seguro que es muy bueno y formado por grandes economistas y demás profesionales del ramo de la predicción económica. Además no me caen del todo mal, los de  este banco. Al menos mantienen iniciativas online muy interesantes, como Actibva (en la que he participado).
Dicho esto, siempre dudo de los datos de previsión de crecimiento que emiten los bancos, sobretodo si son optimistas. En un año veremos si han acertado y cerramos el 2014 con un crecimiento del 0,9% del PIB, el más alto previsto hasta el momento. Los medios recogen algunos datos del estudio que precisamente no son muy halagüeños: un paro del 26,2% para este 2013 y un desempleo del 25,4% para el 2014.
Francamente, con el enorme esfuerzo de desapalancamiento privado que han de afrontar aún las familias y empresas (pagar las deudas), aumento de los impuestos y tasas (menos renta disponible), sueldos cada vez más bajos y precarios (y la reforma laboral que sigue sin incidir en otras cuestiones que no sean empobrecer al trabajador), y encima admitiendo que el más optimista del momento, el BBVA, acepta un paro del 25,4% para cerrar el 2014, no me parece que podamos hablar de salida de la crisis el año que viene. No para la clase media, no.
Sí claro, saldremos de la crisis, porque lo diga el BBVA.
Os dejo la tertulia de economía, parte en catalán y parte en castellano, de esta mañana en IB3 Ràdio, en la que tratamos esta cuestión.

Pregunta que todo economista que se precie ha recibido en algún momento, en cualquiera de sus formatos posibles: ¿Queda mucho para que se acabe la crisis? ¿Saldremos pronto de la crisis? ¿Cuándo comenzara España a crecer y generar empleo? y un largo etcétera de dudas relacionadas con la situación económica que nos ha tocado vivir.

No creo que ningún economista de los que se encuentran por la calle, como un servidor, tenga ni idea de la fecha en la que la economía patria empezará a crecer con la suficiente intensidad para volver a generar empleos. Es más, incluso si se generan empleos, me temo que serán temporales o como autónomos dependientes y falsos autónomos, en muchos casos. No se si a este tipo de crecimiento se le puede denominar “salir de la crisis” o más bien “normalizar la crisis”.
En la tertulia de economía de IB3 Ràdio que cuelgo al final, en la que suelo participar, hemos comentado esta pregunta y, algunos, se han atrevido a responder (en catalán y en castellano). Mis “amigos” de la CEOE dicen que se empezará a generar empleo a partir de la segunda mitad del año 2014. Si acertaran, cosa que no suelen hacer (ni ellos ni el FMI ni casi ningún organismo “oficial”), estamos hablando de una generación de empleo tímida y, sin duda, precaria.
Tendré que leerme el informe completo (no, no lo haré, no aciertan), porque los datos hechos públicos no me cuadran. Se dice que en el 2013 decreceremos en un -1,2% del PIB y, en el 2014, creceremos un máximo de el 0,8%. Para después añadir el representante de los grandes empresarios que la situación actual permite a la CEOE ser “moderadamente optimista” de cara a los próximos trimestres, porque además la reforma laboral permitirá a la economía crear empleo cuando crezca al 1% o 1,2%.
Vamos a ver, si crecemos en el 2014 por debajo del 1%, ¿Cómo nos explican que crearemos empleo?
La crisis no acabará hasta que la banca esté en funcionamiento, y de momento no hay síntomas de ello, por desgracia.
Al igual que me decían mis monitores en las excursiones, cuando preguntaba cuánto faltaba por llegar al destino, los expertos contestan en relación a la fecha de salida de la crisis: “Queda menos“.
Hoy en el periódico Ara de Catalunya y en el Ara Balears publican un artículo mío titulado “La LOPD i la destrucció de proves“.
No suelo escribir artículos de opinión sobre política, ya que no soy político ni defiendo ideologías en mis escritos más allá del sentido común. Ni ataco al PP, ni al PSOE, ni al Partido X, en general. Pero a veces las excusas de mal pagador han de ser rebatidas.
Hay varios artículos míos tratando el tema de la Ley Orgánica de Protección de Datos, que en demasiadas ocasiones resulta papel mojado. Pero si encima de que las empresas apenas la conocen (y tampoco aplican), los partidos la usan para poner excusas absurdas, esta norma quedará tocada de muerte.

Hoy sale en la contraportada del Diario de Mallorca una entrevista que me ha hecho el periodista Matías Vallés, uno de los que más prestigio tienen en mi tierra y que en su día entrevistó a mi padre, cosa que le da a mi aparición un plus de orgullo al recordarlo. Como siempre, no pierdo ocasión para nombrar y recordar a Antoni Monserrat Moll, mi padre.

La entrevista me gusta mucho como ha quedado, al igual que la foto. No es fácil sacarme bien, la verdad.
Os transcribo mi aparición, que espero os resulte interesante.

Entrevista en Diario de Mallorca

Matías Vallés Para que se haga cargo del tipo de entrevista: “¿Vendió preferentes cuando era empleado de banca?”

–Vi venderlas y me parecía un producto muy extraño para colocarlo a clientes sin cultura financiera. Sin crisis no hubiera pasado nada, porque la estafa es la colocación de preferentes, no el producto en sí.
¿Por qué vendían preferentes los directores de oficinas bancarias?
–Porque les obligaban, el director es un vendedor en una tienda. Las colocaron entre sus empleados y familiares.
O sea, que los atracadores de bancos estaban dentro.
–No dentro de las oficinas, en los áticos de las sedes centrales de los bancos. El director de sucursal sería la pistola, pero no el que apretaba el gatillo. Han sido atracadores con guante blanco, y no van a pagar.
¿Por qué hablamos en pasado?
–Hoy sucede igualmente, pero hay un punto de inflexión. Al cliente lo han estafado y se da cuenta de que ya no tiene al capellán que le auxilie. Ha espabilado, pero le falta cultura, y si cae ahora tiene una parte de culpa. Además, los empleados se dan cuenta de que sus directivos les han engañado, cuestionan el producto y no lo venden.
La maquinaria del Estado se concentra en que los grandes banqueros no paguen por lo que han hecho.
–La maquinaria del Estado ha de juzgarse a sí misma, porque en las cajas de ahorros había partidos políticos, sindicatos y patronales. Contra todo esto, sólo hacen algo cuatro jueces valientes o suicidas.
Tal vez los banqueros se limitaban a cumplir la doctrina de nuestro compatriota Juan March.
–La Banca March es de las más solventes. Se confirma que los mejores bancos tienen propietarios visibles, el dinero de las cajas no era de sus gestores.
¿Intermedió usted hipotecas que nunca debieron ser concedidas?
–Mi trabajo como bróker consistía en que mi cliente tuviera una hipoteca, y las he tramitado a mucha gente a quien yo no hubiera prestado ni mil euros. La responsabilidad es del banco que la concede, y si la mitad de las hipotecas que logré no debieron ser concedidas, en el total asciende a un 80 por ciento.
¿Hay que defender a todos los afectados por las hipotecas?
–Ni de hipotecas ni de preferentes, hay que defender a quien tiene derecho porque le han engañado. El problema no es devolver lo prestado, sino que en España tienes que pagar mucho más que las deudas. El producto te crea una deuda impagable.
¿El banco malo ha sido peor de lo esperado?
–Es una estafa al contribuyente. Funciona en realidad como una inmobiliaria, y no a la antigua usanza sino al estilo de un fondo de gestión. Los bancos mantienen allí las casas que no pueden vender, con lo cual privan a los ciudadanos de comprarlas a mejor precio. La vivienda ha de caer entre un 20 0 un 30 por ciento más para tocar fondo.
¿Hay que votar pensando en los bancos?
–Si se vota a PP y PSOE, que han gobernado para los banqueros, volverán a hacer lo mismo. Se necesita un cataclismo electoral con la disgregación de siglas, para que las formaciones mayoritarias vean que pagan su conducta en las urnas.
Dice que “los bancos amenazan constantemente al cliente”.
–Porque no es un cliente. La banca es un oligopolio con grandes dificultades para que entren nuevos operadores, por lo que maltratan a los clientes. No intentan fidelizarlos, sólo colocarles sus productos. Sucede incluso en la banca privada.
¿Cuál debe ser el futuro de la banca?
–Como dice Paul Krugman, la banca ha de volver a ser un trabajo aburrido que capta pasivo y presta a un interés, no un festival de inversiones. Quienes se dedican al riesgo, han de quebrar cuando las cosas van mal.
¿Cuántos segundos puede vivir sin estar conectado?
–He estado un día entero, y llegaría a las 48 horas si me lo propusiera. Acabar online fue una casualidad, pero internet me fascina desde Netscape y los primitivos módem.
¿Se vive bien de confesor financiero?
–Ganaba más antes, pero se vive tranquilo porque es un trabajo útil. Lo que más te gusta no es lo que da más dinero, y prefiero la independencia.
¿A los mallorquines nos gusta el dinero más que a otras razas?
–El mallorquín le da un poco más de importancia que otras razas. Y hace bien, porque el dinero sirve para comprar tiempo.
En resumen, ¿ahorrar o gastar?
–Se ahorra para gastar. Se necesita un fondo de emergencia de seis mil euros para aguantar el golpe. A partir de ahí, vive un poco sin tirar de la tarjeta. Nos hemos de acostumbrar a la crisis, va a durar.
En este blog he repetido bastantes veces que sin cultura financiera, sin formación sobre productos financieros, el cliente de un banco está indefenso ante las estrategias comerciales poco orientadas a las necesidades del cliente. Y, por desgracia, hay pocas estrategias comerciales de bancos que estén orientadas a satisfacer las necesidades del cliente.
Introducir la formación financiera en el sistema educativo es la clave para evitar repetir los errores que nos han traído a esta crisis; miles de familias que pierden su hogar por haber solicitado préstamos hipotecarios a tipo variable sin conocer en profundidad el producto, preferentistas a los que se les provoca pérdidas de más del 70% (caso Bankia) y un largo etcétera de despropósitos provocados por:
  1. Una carencia total de conocimiento en finanzas personales de la población.
  2. La creencia de que el director de vida era un  asesor, cuando actúa como un vendedor.
  3. La falta de ética de los directivos de banca que decidieron colocar productos inadecuados en sucursal.
De este tipo de cosas se habla en el artículo de Finanzas.com “Mejorar la educación financiera de los españoles”, en el que opino sobre algunos aspectos relacionados como:
Preguntado por si este tipo de educación correría el riesgo de ser politizada, Monserrat opina que “no hay peligro en absoluto de que se enseñe de forma torticera”: “Tenemos unos profesores excepcionales que saben cuál es su trabajo: inspirar, motivar y enseñar a sus alumnos. La economía no es una religión, es una disciplina que sigue el método científico. Y el método científico no entiende de ideologías. Son los malos o interesados economistas los que mezclan conceptos económicos con conceptos ideológicos”.
Espero no acabar señalado como un economista que critica a los bancos; primero porque creo poder aportar bastantes más temas económicos a los medios de comunicación y, por tanto, a la cultura financiera de su público. En segundo lugar porque además de no dar dinero sino problemas, la crisis bancaria se acabará algún día (por desgracia más tarde que pronto) y me gustaría que me siguieran escuchando.
Dicho, me siento tremendamente orgulloso de poder dar voz a colectivos que la necesitan, sean los afectados por preferentes o subordinadas, sean los desahuciados por un procedimiento de ejecución hipotecaria injusto.
Os dejo un par de intervenciones en los medios, hablando de las dificultades añadidas de obtener un préstamo hipotecario que financie una segunda residencia, mi primer artículo en catalán en el ‘Ara Balears’ y una intervención en una tertulia en Catalunya Ràdio, que se ha tratado el caso Blesa y demás desastres de los gestores de cajas de ahorro.

Hace tiempo que vengo discutiendo con mucha gente si realmente algo va a cambiar en la forma de hacer negocios de los bancos a con secuencia de esta crisis descomunal y profunda que estamos viviendo. Desde hace ya mucho tiempo, vengo defendiendo que sí, que la banca va a cambiar.

No se trata de una idea voluntarista de un economista iluminado. La banca ya está cambiando, pese a que el cambio sea imperceptible para el cliente. No es que esté mejorando por voluntad propia, sino más bien por necesidad de supervivencia. Puede que muchos de los actuales gerifaltes bancarios ni sean ellos mismos conscientes del cambio que el banco que dirigen está experimentando. Pensará el lector:
¿Cómo puede ser que este economista lumbreras diga que los bancos están cambiando, si sus directivos ni lo saben ni lo quieren?
Buena pregunta, sin duda. El banco no es el banquero. Al igual que una empresa no es su propietario o administrador. El personal de banca está cambiando. Está cambiando porque no es mala gente, son profesionales formados. Habrá comerciales de todo a 100, sin duda. Pero hay grandes empleados cansados de sufrir el acoso de sus superiores para vender productos de garrafón intoxicados, que esperan la mínima oportunidad para hackear el sistema.
No es de recibo que no haya prácticamente un solo bancario que me haya contactado para criticar mi primer libro. La mayoría me ha discutido algún punto, a lo sumo, u muchos me han felicitado e, incluso, me han pedido que les dedique “la banca culpable“.
Y no olvidemos el cliente, presente y futuro. Puede que muchos piensen que somos tontos y volveremos a caer en los mismos errores de siempre, confiando en hombres de gris marengo que nos colocan lo que les viene en gana. Tal vez le ocurra a muchos, pero no a la mayoría. La banca ha perdido la gran batalla que tenía ganada de hace décadas:
La guerra de la confianza y de la credibilidad.
Ya hay poca gente que firme sin leer lo que rubrica. Muy poca que vaya al banco a que le “diga” dónde invertir sus ahorros. Pocos que confíen en el “banco de toda su vida” (se cambien o no, que la inercia es muy fuerte).
Y no hablemos de las nuevas generaciones. La guerra está perdida, banqueros y bancos casposos. O das al cliente lo que necesita o, al final, todos vuestros recursos, rescates y control del poder político no os serán suficientes. El cliente acaba mandando, cuando se da cuenta del poder que tiene decidir.
Por otra parte, como le comenté el otro día a una bancaria, los bancos cambiarán desde dentro. Los empleados, con cada una de sus decisiones, recuperarán un empleo que era muy bueno para la economía del país y que, bien entendido, es muy bueno para dedicarse a él. La banca cambiará desde dentro. Se hayan enterado los banqueros o no.
Dicho todo esto, y esperando que en unos años nadie tenga que recordarme que fui un bobalicón en mi análisis, os enlazo algunas de las últimas apariciones en medios, hablando de mi libro:
Pau A. Monserrat: “Los bancos se han aprovechado de la confianza de sus clientes“, en Libertad Digital. Entrevista en la que contesto cosas como:

Qué opinas de la Ley Antidesahucios aprobada por el PP. ¿Cuál sería la mejor solución contra los desahucios?


Es cosmética, ineficaz, tutelada por la banca y no solucionará el problema actual ni el futuro. Y ellos lo saben, que es lo peor. Hay que reformar la normativa hipotecaria y modernizarla, no aprobar retoques para tratar de contentar a la opinión pública y, de paso, no soliviantar a la banca.

Las participaciones preferentes: la gran infamia, contenido mío en “El Blog Salmón”:

Nos rasgamos las vestiduras con las quitas fijadas a los depositantes chipriotas, a partir de los 100.000 euros. Mucho más grave es la quita ignominiosa que se aplicará a los preferentistas mal informados, que realmente eran clientes conservadores cuyo interés era contratar un depósito a plazo normal.


El arbitraje me suena más a una pantomima que a una solución, dado los requisitos que se están marcando para acceder a él. No hace falta ser un anciano, minusválido o no saber leer ni escribir para acreditar que se ha sido engañado. Cualquier cliente con una cultura financiera media, cuyo patrimonio líquido esté en un porcentaje elevado invertido en preferentes, sin que tenga un histórico de inversiones en productos de riesgo, probablemente ha sido engañado o mal asesorado. El banco debería demostrar la buena praxis y no al revés.

Pau A. Monserrat: “La CNMV y el BdE no han querido o no han sabido supervisar bien las praxis bancarias para no perturbar a los directivos del sector ni a los políticos”, entrevista en “El Inversor Inquieto”:

EII.- Titula usted dentro de uno de los capítulos del libro “Los desahucios matan”… ¿Qué opinión le merece la gestión que se está haciendo de esta problemática?

PM.- Lamentable. Dudé en utilizar un título tan duro, pero la verdad es que la realidad merece contundencia. Los primeros interesados en que los desahucios no se sucedieran como están sucediendo, deberían ser los bancos, por una parte, y nuestros gobernantes, por otra. Hay medidas para que el banco no pierda demasiado y las familias no queden en la calle. Medidas que son más que conocidas e implican cambiar nuestro ordenamiento hipotecario para modernizarlo. Pero en lugar de ello, nuestros poderes públicos se pliegan al poder de cuatro banqueros, que además no tienen en su cabeza el servicio público que en parte es un banco (en canto a gestor de los medios de pago de un país). Hasta que no se reforme de verdad la Ley Hipotecaria, la Ley de Enjuiciamiento Civil, la Concursal, etc, me dará vergüenza vivir en este país de abusos al consumidor financiero.

En el blog de mi gran amigo, al que físicamente me estoy asemejando en la parte superior de mi cabeza, Don Echevarri, que ha escrito además en el libro, La banca culpable: el post a ti debido:

 

Lo que resulta curioso es que el propio Pau esta desempeñando una labor pedagógica con sus intervenciones y su libro contraria a esta tesis proteccionista. Bienvenida sea.


He disfrutado mucho con la la lectura de las colaboraciones de Lacalle (el más próximo a mi ideológicamente), Garrigasait o Remo(compañero de batallas del que discrepo a propósito de su propuesta sobre la dación en pago y las hipotecas a más del 80%), sin duda un excelente acompañamiento y contrapunto a la tesis general del libro.

¿SALDREMOS DE LA CRISIS? Pau A. Monserrat contesta. Cristina Borrallo, abogada, madre y espléndida mujer, me ha entrevistado en su blog:

¿Cuál es tu visión económica sobre la actual crisis?


Que los agentes económicos no trabajan por el bien de la sociedad. Y los votantes no castigan a los malos gestores. Y los políticos no sirven al pueblo. Y los contribuyentes defraudan, por avaricia, ignorancia y desconfianza en los gestores públicos.


Vivimos una crisis de ignorancia. Una crisis de falta de ética. Una crisis de valores; los recursos son escasos y hay que saber gestionarlos y repartirlos. No se trata de anarquismo, anarco-capitalismo, escuelas austríacas, liberalismo, keynesianismo, comunismo o socialismo. Se trata de buena fe y sensibilidad. Y de eso la humanidad como colectivo que gestiona el poder es, a día de hoy, un desastre mayúsculo. No es que el poder corrompa, es que lo toman mentes corruptas.


Hace falta que evolucionemos como sociedad, que pensemos y que luchemos por el bien común, con humildad pero con una inquebrantable voluntad de imponernos a los aprovechados, que siempre habrá.

Nuestro sistema de pensiones corre un grave peligro de supervivencia. Hace décadas que los expertos alertan de que un sistema de reparto como el que tenemos (se pagan a los jubilados con los ingresos de los empelados), en una sociedad con una pirámide de población invertida (cada vez más gente mayor), con un sistema productivo que no crea empleo, ni de calidad ni de baja cualificación (más de 6 millones de gente que quiere trabajar y no puede es algo inaudito), tiende al colapso.
Pero nuestros políticos, pasados y presentes, han preferido no enfrentar de forma valiente la reforma. Y ahora pretenden que nos jubilemos cada vez a una edad mucho mayor. Jubilarse más tarde no tiene el porqué ser malo, si la persona sigue siendo productiva y su trabajo le aporta bienestar (no lo olvidemos), pero depende de que a cierta edad pueda trabajar. Y, además, que el sector productivo ofrezca trabajo para la gente mayor. Si pretendemos tener una fuerza futura de empleo en taca-tacas, tendremos que generar otro tipo de empresas, que les proporcionen empleo. Salvo que nuestros Gobiernos pretendan que la gente mayor se muera de hambre en las calles.
De los taca-tacas, de la pésima situación y valoración de los autónomos, de la crisis, de las reformas anunciadas en el último Consejo de Ministros, hablamos Toni Alcover, Ariza, J y un servidor, parte en castellano y parte en catalán, en la Tertulia de economía de IB3 Ràdio, que podéis escuchar en el siguiente player:

La comercialización irregular, ilegal o con mal asesoramiento, según el caso, de las participaciones preferentes en una oficina bancaria al cliente minorista es una realidad que Gobierno y CNMV han admitido, de forma más  menos explícita.
Que los simpáticos funcionarios burgueses hombre de negro hayan decidido que hay que aplicar quitas superiores al 40% en este producto financiero híbrido, perpetuo y de riesgo, para conceder el rescate bancario, es hasta cierto punto lógico. A fin de cuentas, no creo que ningún germano se pueda imaginar el cachondeo imperante en una oficina bancaria a la hora de endosar estos productos, ni la ignorancia-fe ciega del cliente español, ni la inutilidad-connivencia de los reguladores (Banco de España y CNMV).
Sin embargo, el Estado Español es responsable civil subsidiario de todo este desastre, que no solo ha ocurrido en los bancos nacionalizados, sino de forma generalizada. Es responsable por no supervisar la venta de este tipo de productos, es más, por permitir su comercialización al cliente minorista en una sucursal. Al final, es cierto, pagaremos todos los contribuyentes por esta estafa, pero prefiero pagar impuestos para evitar la ruina de jubilados, que para pagar los sueldos millonarios de tanto banquero aprovechado. Otra cosa es que a cambio de mi sacrificio, exija que rueden cabezas de gestores bancarios, políticos, sindicalistas, patronos y supervisores por su mala gestión o estafa.
Cuanto menos, los primeros 100.000 euros de cualquier tenedor de preferentes debería estar garantizado al 100% sin quitas, salvo los casos que el banco pueda demostrar que era un cliente idóneo para este producto y se le colocó adecuadamente (y no al revés, como ocurre ahora).
Nuestros mayores están siendo tratados peor que los depositantes en Chipre. ¿No os da que pensar? A mi, personalmente, me da vergüenza.
En el bloque 6, a partir del minuto 13:55, opino sobre las participaciones preferentes en el programa ‘Espejo Público‘ del jueves 11 de abril de 2013, que podréis visualizar clickando en la imagen (hay que tragarse los anuncios, esperar a que empiece, darle al bloque 6 y volver a esperar anuncios):