En las últimas semanas hemos tenido las previsiones de Funcas y Bankinter sobre el Euribor a finales de 2023 y 2024, visión de futuro que ya incorpora la crisis bancaria iniciada por el Silicon Valley Bank (SVB) de EE.UU, trasmitida vía miedo bancario al Credit Suisse y ahora al Deutsche Bank.
Si bien esperamos y deseamos que más pronto que tarde el pánico antes quiebras bancarias se disipe, buena parte del daño ya está hecho: el miedo de los depositarios se transmite al resto de agente económicos, que invierten y gastan menos y, por tanto, se frena el crecimiento de la economía.
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